El BCE está dispuesto a no exigir una ampliación de capital a la entidad fusionada
Liberbank y Unicaja Banco calientan motores para retomar las negociaciones de fusión en septiembre tras la ruptura de mayo, tal como adelantó Bolsamanía. Ya han encargado a dos bancos de inversión allanar el terreno: Deutsche Bank en el caso de la entidad asturiana y el italiano Mediobanca en el de la andaluza, según fuentes de la banca de inversión. De momento, están haciendo números para buscar una ecuación de canje aceptable por ambas partes, y las fuentes aseguran que el BCE no exigirá una ampliación de capital.
Estos bancos, que son los mismos que llevaron las conversaciones esta primavera, no están contratados formalmente todavía, siguiendo la costumbre habitual en la banca de inversión. Pero las fuentes aseguran que la intención es tener los deberes hechos para poder retomar las conversaciones en septiembre. Si todo sale como se espera, será el primer movimiento de la nueva oleada de operaciones corporativas en la banca española que se espera ante las nuevas bajadas de tipos del BCE, que hacen casi inevitable acometer operaciones corporativas para obtener sinergias y mejorar la eficiencia.
Un portavoz de Unicaja Banco asegura que "no tiene contemplado ninguna operación corporativa en la actualidad y, por lo tanto, no tiene previsto contratar a ninguna firma asesora a tal efecto. En este sentido, Unicaja Banco está centrada en la elaboración de un nuevo plan estratégico como entidad independiente, en línea con las comunicaciones que la entidad ha difundido recientemente", para lo que ha contratado a Oliver Wyman. Liberbank no respondió a las preguntas de Bolsamanía.
Según otra de las fuentes consultadas, la clave que ha permitido que se retomen las conversaciones es que el BCE está dispuesto a no exigir una ampliación de capital como hizo en primavera. Entonces ya era dudoso que fuera necesaria, pero el supervisor la exigió para no sentar un precedente para las operaciones posteriores.
ARGUMENTOS PARA EVITAR LA AMPLIACIÓN
Y ahora la situación de solvencia de ambas entidades es mucho mejor que entonces, gracias a varios factores. Por un lado, fuerte subida del precio de los bonos españoles y, sobre todo italianos: Unicaja y Liberbank tienen en torno a 7.500 millones de euros en deuda pública italiana, que hasta mayo acumulaba minusvalías -que restaban del capital- y que ahora arroja plusvalías.
Por otro, Unicaja ya ha materializado las plusvalías de la venta del 7% de Globalia y del 20% de Ausol (111 millones), y se ha desprendido de una cartera de créditos morosos y activos inmobiliarios de 949 millones, el récord de la entidad. En tercer lugar, ambas entidades cuentan con cerrar la venta de un porcentaje la aseguradora Caser -de la que Liberbank posee un 12,22% y Unicaja, un 9,99%- antes de fin de año.
Por último, Liberbank confirmo en la presentación de resultados estar en la fase final para la aprobación de sus modelos internos para calcular el capital, y espera tenerlos para finales de año, lo que implica un aumento de su ratio de solvencia en unos 2,50 puntos.
Si no es necesario acometer una ampliación de capital, será más fácil llegar a un acuerdo respecto a la ecuación de canje. Como se recordará, en mayo se rompieron las negociaciones por este motivo: los accionistas de Liberbank pedían un reparto al 55% para Unicaja y al 45% para ellos, mientras que los de Unicaja (en especial la fundación de la antigua caja de ahorros) exigían un 60/40.
La prioridad de la fundación, que preside el histórico Braulio Medel, es no bajar del 30% de la entidad fusionada, y el hecho de no sufrir dilución por una ampliación de capital le concede mayor flexibilidad para negociar sin renunciar a su objetivo.
ABANCA, A LA ESPERA
Y mientras esto sucede, Abanca no se ha decidido todavía a volver a lanzar una opa sobre Liberbank. Como también adelantó Bolsamanía, Bank of America Merrill Lynch está buscando financiación a Abanca, que ha contratado a suvez a PwC como asesor. Sin embargo, su presidente, Juan Carlos Escotet, enfrió las expectativas en la presentación de sus resultados semestrales, cuando aseguró haber descartado la operación por "la falta de interés de Manuel Menéndez", el consejero delegado de Liberbank.
No obstante, la apertura de nuevas conversaciones entre Unicaja y Liberbank en septiembre -especialmente si avanzan hacia un acuerdo- puede obligarle a mover ficha si no quiere quedarse sin la presa, como le ocurrió con la red española de Deutsche Bank o con la propia Liberbank en la opa fallida de febrero.