Posterga hasta 2021 la decisión de abonar dividendo a los inversores
Las compañías de telecomunicaciones viven desde hace unos meses una situación de hibernación de una parte sustancial de su actividad. Las portabilidades, los cambios de compañía, están prohibidas hasta que se levante el estado de alarma para evitar la presencia de técnicos en los domicilios de los consumidores. Eso sí, con la salvedad de los contratos de móvil, donde sí se puede cambiar de compañía porque no conlleva ningún tipo de desplazamiento. Y, sin portabilidades, las guerras de precios quedan en tregua.
Sin embargo, esa situación puede estar muy cerca de acabar, porque uno de los operadores más activos en esa guerra de precios, sobre todo por los clientes con tarifas más bajas augura una nueva guerra de precios en cuanto se levanten las restricciones y la cuarentena.
Así lo indicó este jueves el consejero delegado de MásMóvil, Meinrad Spenger, en la conferencia con analistas con motivo de la presentación de resultados del primer trimestre del año. El directivo apuntó a que la dinámica del mercado camina en esa dirección, en referencia a la presión los precios a la hora de captar nuevos clientes.
CIFRAS Y DIVIDENDO
Spenger apuntó que, dada la cuarentena, muchos clientes que sólo tienen contratado móvil, darán el salto a la contratación de servicios de banda ancha fija y, ahí, de nuevo se abriría otra oportunidad para captar clientes entre los operadores. Es decir, competir por un mercado donde las opciones de crecimiento, sin robar clientes, son muy reducidas y todas las compañías tratan de minimizar el número de clientes que se dan de baja, ‘churn’ en terminología de las ‘telecos’.
De momento, al cierre del primer trimestre y con sólo dos semanas de estado de alarma, MásMóvil no se ha resentido en sus resultados, porque sus ingresos repuntaron un 16%, situándose en 445 millones de euros y captó 373.000 clientes. Mientras, su resultado neto se mantuvo estable en los 22 millones. Sin embargo, Spenger sí asumió que será en el segundo trimestre cuando se perciba el impacto de la crisis del coronavirus y si hay algún tipo de golpe en cuanto a impagos.
Ante esta situación, lo que queda en el aire es el dividendo. Después de dejar entrever a finales de febrero que en 2021 sería previsible una retribución a sus accionistas, ahora esa decisión no es tan firme. “Este año no creemos que sea el momento adecuado para pensar en dividendos. El próximo año podremos verlo, lo podemos evaluar”, aseguró Meinrad Spenger en el encuentro con inversores. Habrá que esperar a ver cómo evoluciona el año y la pelea por clientes y por la rentabilidad para ver si esa retribución se materializa.