La multinacional Alcoa ha anunciado el cierre de las plantas de Avilés y A Coruña.
Más de 2.000 personas, según fuentes policiales, se han concentrado este sábado en la plaza de España de Avilés para pedir la intervención del Estado en las fábricas de Alcoa en la propia Avilés y de A Coruña y, tal como ha recalcado la alcaldesa de la ciudad, Mariví Monteserín, también las sanciones que correspondan. En octubre, la multinacional anunció el cierre de las plantas de esta localidad y de A Coruña.
La alcaldesa, ataviada con la camiseta amarilla convertida en icono de la lucha por el mantenimiento de las alumineras, ha pedido seis meses de tiempo a una empresa "que no ha cumplido nada de lo que estaba acordado en las cláusulas de venta y no puede dejar tirada a esta comarca".
Previamente, CO.OO. mostraba este viernes su rechazo a las medidas propuestas este jueves por la multinacional que consistían en mantener el empleo a 200 trabajadores en las áreas de fundición de las plantas de Avilés y La Coruña, despidiendo al resto mediante planes de prejubilación e indemnización, al considerar que no ofrece "ninguna salida" a estos trabajadores.
El sindicato ha echado en falta que la empresa no contemple ninguna alternativa que permita el mantenimiento de las factorías tal y como se encuentran en la actualidad, pese a que Alcoa haya propuesto paralizar de forma controlada las series de electrólisis con el fin de encontrar un inversor interesada en estas antes del 30 de junio.
Pero el sindicato considera que "será difícil" poner en marcha este proyecto, lo que supondría no ofrecer salidas a los trabajadores que se sumarían a un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) durante estos seis meses, que ascienden, según ellos, a más de 500 personas.
CC.OO. defiende el aluminio como un sector "básico" en el país, ya que Europa presenta un déficit de este material, por lo que sí es partidario de encontrar a un inversor que mantenga operativas las fábricas, pero con un mayor compromiso por parte de la empresa en la búsqueda de ese inversor.
El sindicato ha insistido en que la empresa está "abandonando el barco cuando encuentra dificultades pese a haber recibido cuantiosas subvenciones y ayudas", por lo que critica que desde la compañía se defienda abandonar el país "sin poner ningún obstáculo