Desglosa sus riesgos en el folleto de la emisión de pagarés que lanzará en 2020.
En sólo unos meses el grupo de distribución Mango hará su debut en los mercados. No saltará al parqué como cotizada, sino con su primera emisión de pagarés que, previsiblemente, estarán en marcha a finales del primer trimestre de 2020. Y en el folleto de esa emisión desvela detalles de su negocio y de los riesgos a los que se enfrenta, algo habitual en este tipo de emisiones. Por ejemplo, que una disputa comercial entre Estados Unidos y China puede afectar a su actividad.
Punto Fa (el nombre de la sociedad detrás de la marca Mango) explica que el saldo vivo máximo de la emisión de pagarés puede alcanzar los 200 millones de euros, según figura en el folleto que ha remitido al Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF). Sin embargo, no está previsto que alcance la totalidad de esa cifra, sino que previsiblemente la emisión se quedará en el entorno de los 30 millones de euros, en función de las necesidades de la empresa, según señalan fuentes de la compañía.
Como cualquier empresa que se viste de gala para captar inversores, la matriz de Mango explica en el citado folleto cuáles son los riesgos a los que se enfrenta su negocio. Y ahí menciona el posible impacto de un choque comercial entre las dos grandes potencias. En concreto, asume que el grupo “está expuesto a los riesgos geopolíticos de los mercados en los que opera. En particular actualmente cabe destacar la incertidumbre generada por el Brexit, las sanciones a países como Rusia, y la guerra comercial entre China y EEUU”, enumera.
La compañía explica a Bolsamanía que estos aspectos geopolíticos se mencionan no porque sean una preocupación por el futuro devenir de la empresa. Al contrario, "se enumeran porque es una obligación de transparencia hacia los posibles inversores en el caso de una multinacional que está presente en 110 países", indica el grupo.
En este mismo sentido, Rusia supone el 5% de los ingresos de Mango y el conjunto de América representa el 10%. El grueso del negocio, casi el 70% de las ventas, se concentra en Europa. En China, Mango supera la veintena de locales y, además comercializa online a través de su tienda en la red y de la plataforma Tmall. En el conjunto de 2018, las ventas globales de Mango superaron los 2.230 millones de euros.
En ese documento, también cita otros riesgos ligados a su actividad comercial. Por ejemplo, que un cambio en las condiciones económicas puede afectar a la “voluntad de gasto de los consumidores” o que el mercado de la distribución también es muy competitivo, lo que puede presionar la capacidad del grupo en cuanto a generación de ingresos, estrategia de precios o márgenes, entre otros aspectos. La compañía indica también a Bolsamanía que no teme una posible caída en el consumo porque, en el pasado, también ha sido capaz de elevar sus ingresos en momentos de caída de la economía.
FUERTE CAPACIDAD FINANCIERA
En ese mismo documento, Mango exhibe músculo financiero. Señala que la financiación sindicada que tiene contratada le permite disponer de liquidez para “financiar necesidades generales corporativas”. En particular, indica, “para poder atender todos los compromisos de pago que se derivan de su actividad”. Incluye un ‘revolving credit facility’ de 100 millones de euros de límite y vencimiento a largo plazo sin renovaciones tácitas, del que a 31 de diciembre del pasado año no había dispuesto de ningún importe.
En cuanto a las características de su pasivo bancario, Mango indica que, a finales del pasado 2018, renovó su financiación sindicada. En total, 493,25 millones de euros estructurados en tres tramos. El primero, de hasta 153,75 millones. Un segundo de 239,5 millones de euros y, el tercero, la línea de crédito de 100 millones ya citada.
PESO DE CHINA EN SU MODELO
La compañía catalana también desglosa cómo funciona su modelo de producción. Detalla que, al finalizar 2018, trabajaba con 561 proveedores, de los que 116 correspondían al segmento de complementos. “Los proveedores no trabajan en exclusiva para Mango y algunos utilizan más de una fábrica o taller. El número total de fábricas/talleres utilizados es de 1.208”. Y la gran mayoría estaban localizados en el sudeste asiático.
La firma se apoya en dos sistemas. En el primero, Mango “sólo se encarga del diseño del producto siendo responsabilidad del proveedor la compra del tejido y la confección del producto”. Un sistema que, en el último ejercicio, representó casi el 80% del total de compras a proveedores y que se centra en tres países: China, India y Bangladés. En el segundo, encarga la confección y la compra de tejido en países de proximidad, Marruecos, Turquía o Portugal; y representó un 20,5% del total de compras de Mango en 2018.