Los reguladores encuentran lagunas en los planes de bancarrota de los grandes bancos de EEUU
Existe la posibilidad de que los reguladores exijan mayores ratios de capital
- O amenacen con imponer sanciones a las entidades si finalmente no mejoran sus planes
- Las notificaciones a los grandes bancos podrían ser enviadas la próxima semana
- Al menos cuatro de los ocho grandes bancos recibirán duras respuestas
Los reguladores americanos han encontrado lagunas en los planes de bancarrota de los grandes bancos de Estados Unidos y planean notificarlo próximamente. En este sentido, existe la posibilidad de que los reguladores exijan mayores ratios de capital o amenacen con imponer sanciones a las entidades si finalmente no mejoran sus planes.
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The Wall Street Journal (WSJ) comenta que las notificaciones a los grandes bancos podrían ser enviadas la próxima semana y pueden poner en cuestión que los bancos siguen siendo “demasiado grandes para caer” sin la ayuda de las administraciones públicas.
Al menos cuatro de los ocho bancos etiquetados como “importantes para el sistema” por los reguladores globales recibirán una dura respuesta a los planes enviados a los reguladores para prevenir nuevos rescates como los realizados durante la crisis financiera.
Aunque el veredicto de la Reserva Federal y de la Corporación Federal de Garantía de Depósitos no es definitivo y podría cambiar, los reguladores están realizando las últimas comunicaciones y harán públicas sus conclusiones muy pronto.
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LOS BANCOS PUEDEN SER OBLIGADOS A PRESENTAR NUEVOS PLANES
Si los reguladores no dan su aprobación, los bancos se verán obligados a reescribir sus estrategias
El rotativo afirma que el consejo de Gobierno de la Reserva Federal se reunirá este martes por la tarde en EEUU para discutir sobre el asunto. Bancos como JP Morgan Chase han comentado en varias ocasiones que la fortaleza de su balance le asegura no tener que recibir ayudas públicas pese a que se produzca una nueva crisis financiera.
Pero si los reguladores no dan su aprobación, los bancos analizados se verán obligados a reescribir sus estrategias de bancarrota para resolver las dudas y las debilidades planteadas. De lo contrario, podrían enfrentarse a sanciones o nuevas exigencias de capital e incluso la venta de algunos activos.
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