Empresaris de Catalunya reclama endurecer la intervención de la Generalitat y mantenerla 'sine die'
El empresariado catalán no está dispuesto a renunciar a la estabilidad que se ha instalado en la región tras la aplicación del 155. La prórroga de los efectos del artículo de la Constitución ha sido bien recibida desde los principales sectores productivos de Cataluña, aunque consideran que es insuficiente y reclaman que el Gobierno decrete un nuevo 155 “hasta que la situación se normalice”.
Gran parte del empresariado de la región se mantiene en alerta desde que el nuevo president de la Generalitat, Quim Torra, dio a conocer sus planes de seguir adelante con la república de Carles Puigdemont y casi inmediatamente comenzaron a demandar una intervención estatal sin límite de tiempo. Pero la intranquilidad se convirtió de nuevo en miedo cuando el exlíder de Òmnium Cultural anunció un Govern formado por prófugos, encausados y encarcelados.
“Hay quien tiene las maletas hechas”, denuncia Josep Bou de Empresaris de Cataluña
“Estamos muy atentos a los acontecimientos y depende de lo que pase se repetirá la situación de septiembre y octubre, cuando había días que 200 empresas cambiaban su sede”, asegura Josep Bou, presidente de la asociación de Empresaris de Catalunya. “Hay quien tiene las maletas hechas”, sentencia. En medio de este panorama, la decisión del Ejecutivo de Mariano Rajoy ha sentado bien y ha hecho aflorar la esperanza de que abra las puertas a un “155 ’sine die’ y con mayor contundencia”, según explica el también empresario catalán.
A finales de octubre, el Senado aprobó la aplicación del polémico artículo, pero con fecha de caducidad: la formación de un nuevo gobierno autonómico después de las elecciones daría carpetazo a la tutela de Moncloa sobre la administración catalana. El momento ha llegado. Con muchas dificultades y tras cinco investiduras, Torra anunciaba su gabinete para la legislatura, en el que figuran Jordi Turull y Josep Rull, encarcelados y sin posibilidad de acudir a la hipotética toma de posesión. También, los huidos en Bruselas Toni Comín y Lluís Puig.
Y aunque los exconsellers tienen sus derechos políticos intactos, según explica el politólogo Jordi Pacheco i Canals, desde Cataluña se ha puesto una vez más a Rajoy contra las cuerdas en la antesala de la votación en el Congreso de los Presupuestos generales, para lo que necesita el apoyo del PNV. Los nacionalistas vascos han presionado para la retirada del 155 y la única salida de Rajoy para contentar a la oposición y asegurarse el apoyo de este partido era tirar de argucia burocrática y no publicar en el Diari Oficial de la Generalitat (DOGC) la composición del nuevo Ejecutivo catalán mientras “lo estudia”.
¿NUEVO 155 O NUEVO GOVERN?
También ha dejado claro la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que no hay prisa alguna por tomar una decisión, mientras en Cataluña se vuelve a lanzar un pulso contra el Estado. Torra ha anunciado medidas legales y no ha desconvocado la toma de posesión de los cargos prevista para este miércoles. "Esperamos la respuesta del Gobierno del Estado de en qué creen que se pueden basar para no publicar un decreto de nombramiento", ha demandado en declaraciones a Rac1.
En apenas siete días se han desbaratado los esfuerzos de siete meses durante los que “ha reinado la tranquilidad en los mercados y ha mejorado la convivencia en las calles”, lamenta Bou. “La inversión vuelve a paralizarse y el flujo de fondos se ha congelado de nuevo en un contexto político en el que se espera que acabe por imponerse otro 155”, agrega un gestor de patrimonios que no ha querido dar su nombre.
El Gobierno tiene la sartén por el mango y el apoyo de los principales partidos de la oposición para echar mano de nuevo de la Constitución y mantener el control de la Generalitat. Una alternativa que tranquiliza a los empresarios ante la cerrajón de Torra a sustituir a los cuatro consellers encausados. Aunque no esconden que es una solución que les resulta amarga porque “lo ideal sería un Govern elegido democráticamente que respete la ley y reconduzca una situación en que Cataluña va a dejar de ser el motor de España”, redondea Bou.