Las acciones de la gestora aeroportuaria se disparan un 125% desde su debut
Aena disfruta de la velocidad crucero en su viaje bursátil. Desde su salida el 11 de febrero de 2015, la gestora de aeropuertos se ha revalorizado un 125%, de los 58 euros a los que se estrenó hasta los 130,5 euros actuales, y su capitalización bursátil se ha disparado hasta rozar los 20.000 millones de euros, muy por encima de los 8.700 millones que marcaba en su debut.
Con apenas año y medio en el mercado, Aena ya figura entre las diez mayores empresas españolas en bolsa. Para el responsable de análisis de Asinver, Javier Flores, este éxito se debe “a la apuesta de los inversores institucionales junto con un buen timming de salida a bolsa han tenido mucho que ver con la posterior evolución”.
EL DÉFICIT APRIETA...
A través de Enaire, el Estado retiene el 51%, del capital de Aena. Dado que su capitalización bursátil roza los 20.000 millones, esa participación tiene un valor de mercado de 10.050 millones de euros, una cifra cada vez más tentadora teniendo en cuenta las necesidades de las cuentas públicas. Una venta total o parcial de esa participación podría utilizarse para alcanzar las nuevas metas fiscales que impone Bruselas.
Dado que su capitalización bursátil roza los 20.000 millones, su participación tiene un valor de mercado de 10.050 millones de euros
Según los compromisos alcanzados con Europa, el déficit debería situarse en el 4,6% en 2016, 3,1% en 2017 y 2,2% en 2018. Sin embargo, como apunta Funcas, la ausencia de nuevas medidas recaudatorias hace augurar un déficit del 3,6% del PIB en 2017, es decir, un desvío de medio punto con respecto a los nuevos objetivos. El coste de esta desviación sería de 5.360 millones de euros que, el nuevo Gobierno, podría hacer frente en 2017 con la mitad de su accionariado en el gestor aeroportuario.
Para Juan Enrique Cadiñanos, director de análisis de Admiral Markets, sería “algo positivo para el país deshacer la posición para obtener algo de liquidez en el corto plazo, pero creo que de aguantar esas posiciones, podría obtener un beneficio mayor”. Por ese motivo, recuerda que otra alternativa podría ser “deshacer posiciones de manera parcial, porque así podría aguantar parte de las acciones y seguir beneficiándose de la posible rentabilidad futura”.
Además, Cadiñanos explica que “se trata de una compañía cuyos resultados empresariales han reflejado una fortaleza importante para ver un crecimiento exponencial y más prolongado", y añade que "ha logrado multiplicar por siete su beneficio por acción y un dividendo programado de 2,71 euros (2,12%), son cifras que dan consistencia y estabilidad al valor”, señala.
Por el contrario, el responsable de análisis de Asinver, Javier Flores, considera no se debe producir “en ningún caso” debido a que “la necesidad de financiación no debe determinar la venta de activos públicos". A su juicio, "ni la venta de AENA ni la venta de Loterías son una solución a los problemas de presupuesto público. Así que no solamente creo que no sea una decisión acertada vender el 51℅ restante, sino que tampoco lo fue la venta del 49℅ en febrero de 2015”.
Por su parte, Felipe López, analista de Selfbank, matiza que “el control de la aviación es un tema muy sensible y es, por otro lado, lógico que el Estado sea el que tenga el control". "En los dos principales gestores aeroportuarios de Europa (Fraport y AdP), también son empresas públicas las propietarias del 51% del accionariado”, recuerda.
Son muchas las voces que apuntan que la venta de Aena se realizó muy por debajo de su valor real
EL ESTADO RECAUDÓ 4.263 MILLONES DE EUROS
La operación pública de venta de acciones de la gestora aeroportuaria, por la que el Estado lanzó al mercado un 49% de sus acciones, le permitió recaudar 4.263 millones de euros. Además, las arcas públicas ya han recibido 207 millones con el dividendo que la compañía repartió en julio con cargo a los beneficios de 2015.
No obstante, pese a estas cifras y precisamente por todo lo que el valor ha subido en bolsa, son muchas las voces que apuntan que su venta se realizó muy por debajo de su valor real debido, principalmente, a la diferencia de casi 5.000 millones de lo que recaudó el Estado y lo que representa el 49% de la compañía en la actualidad.
Pero como indica el analista de Asinver considera que “si se tiene en cuenta el momento de la venta y las dificultades que en ese momento afrontaba el Estado, necesariamente hay que concluir que fue una buena venta”. Por su parte, Felipe López apunta que “es de perogrullo pensar que hoy lo hubiera vendido por más dinero. Pero es fácil hablar pasado el tiempo”.
El accionista privado más beneficiado por la subida de Aena es el fondo británico TCI (The Children Foundation) que posee el 11% del capital de la empresa. Otros de los accionistas con peso relevante en la compañía, según recoge la CNMV, son los bancos Deutsche Bank (4,3%) o HSBC (5,2%) y fondos como BlackRock (2,99%) o Talos Capital (3,06%).
CLAVES DEL ÉXITO
Aena ha viajado con el viento a favor en su año y medio en bolsa. Como describe el analista de Selfbank: “El tráfico de pasajeros ha seguido creciendo desde la privatización. Con la mayoría de activos en España, nuestro país además se ha beneficiado de la depreciación del euro y de los temores de los turistas a viajar a otros destinos como Turquía, Francia o Bélgica”, apunta Felipe López.
Unos datos que confirma Aena apuntando que el tráfico de pasajeros en los aeropuertos que gestiona creció un 11,6% en el mes de julio. La gestora ofreció las estadísticas de operatividad de sus aeropuertos en el séptimo mes del año y una vez más ha colmado las expectativas del mercado. Por los aeródromos españoles han pasado 25,64 millones de pasajeros, de los que internacionales fueron 18,8 millones, un 13,4% más que hace un año. Un incremento que la cotizada atribuye directamente al “excelente desarrollo del sector turístico en este ejercicio”.
Por otro lado, la gestora aeroportuaria se ha visto beneficiada por la bajada del precio del petróleo. “Este hecho ha provocado el abaratamiento del gasto en combustible de las aerolíneas, que ha acabado repercutiendo positivamente en el precio de los billetes”, indica López.