El BdE subraya la necesidad de seguir trabajando en la mejorar la eficiencia del sector
La banca española ya ha cerrado una de cada tres oficinas durante la crisis. Pero aún no es suficiente. La poda continuará. Así lo expone el Banco de España (BdE) en el Informe de Estabilidad Financiera (IEF) difundido este jueves.
El organismo gobernado por Luis María Linde valora el ajuste que ya ha emprendido el sector para contener sus gastos de explotación y ser, por tanto, más eficiente. Pero tiene claro que el proceso debe continuar. Más que nada, porque España sigue teniendo muchas oficinas y muy pequeñas.
"A diciembre de 2015 España se mantiene como el sistema con un mayor número de oficinas por habitante, aunque la brecha con otros países se ha reducido de forma muy significativa desde el inicio de la crisis financiera", precisa el Informe. Actualmente, en España hay 0,65 oficinas por cada 1.000 habitantes, cuando en Francia la proporción es de menos de 0,6 y en Alemania, de 0,4 oficinas. En 2007, eso sí, había una oficina por cada 1.000 habitantes en España. Por cada oficina española hay menos de cinco empleados, cuando en Holanda hay 50 y en Alemania, cerca de 20.
"En cuanto al tamaño medio de las oficinas, España destaca por disponer de establecimientos de menor dimensión, situándose a la cola de los países analizados en términos de empleados por oficina y también entre los países con un menor volumen de activos por oficina", remata el BdE. El volumen de activo por oficina se limita a España a 125.000 euros, cuando en Holanda se acerca a los 1,5 millones y en Alemania ronda los 250.000 euros.
Las referencias del BdE se producen cuando el sector ya ha recortado cerca del 40% de las oficinas durante la crisis. En 2008, el sector contaba más de 46.000 establecimientos. En junio, y según los datos recogidos en el IEF, el número es inferior ya a los 29.000, el registro más bajo desde 1982. En el caso de las entidades más grandes, las que forman parte del Ibex 35, en los nueve primeros meses del año han reducido su red de oficinas en 1.200.
Estos datos repercuten igualmente en el número de empleados. A finales de 2008, el sector sumaba 278.000 empleados; en junio, la cifra se modera ya hasta acercarse a los 190.000.
En este sentido, el BdE, que también aconseja al sector que "considere realizar operaciones corporativas", tiene claro que la mejora de la eficiencia del sector no es opcional, sino que resulta obligatoria para contrarrestar el estrechamiento de los márgenes. "Existen ciertos elementos que deben seguir reforzándose como formas
alternativas de tratar de restaurar parte del deterioro ocurrido en los márgenes. Uno de ellos es la eficiencia en la realización de la actividad bancaria, de forma que se lleve a cabo el negocio tratando de incurrir en los menores costes posibles", recoge el Informe.