Felipe Benjumea, presidente de la compañía desde 1991 hasta 2015, se le acusaba por cobrar un indemnización de 11,5 millones de euros poco antes del preconcurso
Felipe Benjumea, presidente de Abengoa desde 1991 hasta 2005, ha sido absuelto de los delitos de los que se le acusaba relacionados con la indemnización de 11,5 millones de euros, que recibió poco antes de que la compañía se declarase en preconcurso de acreedores.
También ha sido absuelto Manuel Sánchez Ortega, exconsejero de Abengoa, por el delito del cobro de 4,5 millones de euros de indemnizaciones. La Audiencia Nacional ha descartado irregularidades en las indemnizaciones percibidas por los gestores tras su relevo en 2015.
Según han informado a Efe fuentes jurídicas, la sección cuarta de la sala de lo Penal considera que los 11,4 millones de euros percibidos por Felipe Benjumea y los 4,5 millones que recibió el que fuera consejero delegado Manuel Sánchez Ortega, no incurrieron en ilegalidad alguna.
El fiscal pedía cinco años de cárcel para Benjumea y cuatro y tres meses para el segundo. Asimismo, los miembros de la Comisión de Nombramientos y Remuneraciones Mercedes Gracia Diez, Alicia Velarde Valiente y Antonio Fornielles Melero también han sido absueltos y para ellos la Fiscalía solicitaba cuatros años de cárcel.
Todos ellos estaban acusados de los delitos de administración desleal o apropiación indebida. El Tribunal les absuelve al entender que no ha quedado acreditada la administración desleal de los bienes de Abengoa y que esas indemnizaciones se adecuaban a la normativa legal y contractual existente.
Benjumea y Sánchez Ortega recibieron respectivamente 11,4 y 4,5 millonesde euros en 2015 después de que abandonaran sus cargos, poco antes de que la empresa solicitara el mayor preconcurso de acreedores ocurrido en España, con un pasivo superior a los 9.000 millones de euros. El pasado año la compañía logró sacar adelante un convenio con los acreedores y evitar la declaración de concurso.
Abengoa firmó el 23 de febrero de 2015 un contrato mercantil con su presidente que contemplaba el pago de un bonus de siete millones de euros por su permanencia en el grupo, y de otra asignación equivalente a la retribución recibida el ejercicio anterior (4,4 millones). Las bonificaciones mencionadas se devengarían "en el supuesto de cese anticipado de sus relaciones con la sociedad por causas ajenas a la voluntad del consejero (...)". Por esa razón, si el cese decidido por la multinacional sevillana de Felipe Benjumea fue ajeno a su voluntad -impuesto por la banca acreedora-, tendría derecho a percibir la indemnización; pero si fue un cese voluntario, no."