Los resultados han sufrido un impacto negativo de 180,4 millones de libras por el deterioro del valor de sus activos en Australia y Nueva Zelanda
Los títulos de Just Eat han llegado a caer más de un 14% en la bolsa de Londres (han cerrado la sesión con una pérdida del 12,56%) después de que la compañía especializada en comida rápida haya anunciado unas pérdidas en 2017 de 102,7 millones de libras (115 millones de euros) frente al beneficio neto de 71,7 millones de libras del año pasado. La compañía ha explicado que ha tenido que asumir un impacto negativo de 180,4 millones de libras (202 millones de euros) por el deterioro del valor de sus activos en Australia y Nueva Zelanda.
Sin tener en cuenta este impacto negativo, su beneficio antes de impuestos sería de 104 millones de libras (116 millones de euros) en vez de unas pérdidas de 76 millones de libras (85 millones de euros).
Los ingresos de Just Eat en el conjunto del ejercicio experimentaron un crecimiento del 45,4%, hasta 546,3 millones de libras (613 millones de euros), con un aumento del 26% del número de pedidos, que alcanzaron los 172,4 millones.
A diferencia de sus rivales, el negocio principal de Just Eat es un sitio web de pedidos que vincula restaurantes con clientes pero no gestiona entregas. Sin embargo, desde el año pasado ha probado un servicio de mensajería para cadenas como Burger King y KFC en el Reino Unido, donde genera más de la mitad de sus ingresos.
"2017 fue un año récord para Just Eat", declaró Peter Plumb, consejero delegado de Just Eat, quien destacó que la compañía cubre actualmente la oferta de más de 82.000 restaurantes.
"Como nuevo consejero delegado, incrementaré nuestra inversión en marca, mercados en desarrollo y servicios de envío", añadió Plumb.