El consenso anticipa una caída del 4% de los beneficios del S&P 500
Este viernes se da el pistoletazo de salida a la temporada de resultados al otro lado del Atlántico. Como viene siendo habitual, los grandes bancos estadounidenses serán los protagonistas en las primeras jornadas. JP Morgan, Bank of America, Wells Fargo, BlackRock, Citigroup y Bank of NY Mellon publican sus cifras hoy, mientras que Goldman Sachs lo hará el jueves 17 de enero. El sector financiero supone más de un 11% del índice S&P 500, el cual el consenso anticipa que verá caer sus beneficios un 4%. ¿Lo harán también los bancos?
“Los analistas han recortado las expectativas de beneficios más de lo habitual”, afirma John Butters, analista sénior de ganancias de FactSet. Y es que el crecimiento de los beneficios del S&P 500 se ha contraído significativamente durante 2022, pasando de un aumento del 9,4% en el primer trimestre a un 5,8% en el segundo y un 2,5% en el tercero. “Con unos tipos de interés más altos y la inflación exprimiendo a los consumidores y las empresas el año pasado, la mayor parte del crecimiento de los beneficios de 2022 se produjo en la primera mitad del año”, añade este experto.
Por su parte, Tina Tang, analista de mercados de CMC Markets, señala que, aunque los bancos se benefician de la subida de los tipos de interés aumentando sus ingresos netos por intereses, también existe “la otra cara de la moneda”, ya que “la rápida subida de los intereses ha reducido los importes de los préstamos y la elevada inflación ha agotado los depósitos bancarios de los consumidores”. “Mientras, la restricción de la liquidez también ha provocado un fuerte descenso en la realización de operaciones y en las ofertas públicas de venta de las empresas”, agrega.
Con todo, aun estimando un recorte de los beneficios del 15%, FactSet señala que los ingresos de los bancos deberían aumentar gracias al crecimiento de la cartera de préstamos.
“El ambiente es muy negativo en estos momentos. Por eso, si Brian Moynihan (CEO de Bank of America), por ejemplo, es muy optimista (como lo ha sido en los últimos trimestres), se le restará importancia. Si fuera muy pesimista, todo el mundo se agarraría a él, aunque no creo que vaya a serlo”, indica Tony Brown, analista y consejero delegado de Second Curve Capital.
Sin embargo, MarketScreener señala que la mayoría de los analistas y firmas recomiendan ‘mantener’ la mayoría de los valores bancarios. Asimismo, los expertos de SeekingAlpha destacan que la perspectiva de precios media para el año que viene es bastante alcista, ya que se sitúa en el +12%.
Los expertos de Wedbush consideran que el crecimiento de los ingresos netos por intereses será uno de los principales indicadores a los que prestar atención de cara al futuro. En este sentido, estos analistas esperan que el sector continúe recibiendo un impulso de las subidas de tipos del año pasado, aunque esta situación podría no durar mucho más en caso de que la Reserva Federal (Fed) ralentice las subidas de tipos como parece que hará en los próximos meses.
“Si la Fed pausa las subidas de tipos, los ingresos netos por intereses se ralentizarán desde un ritmo insostenible en 2022 a lo que creemos que será un 10% o un 12%”, explica Gerard Cassidy, analista de RBC Capital Markets. Por su parte, desde Link Securities señalan que esta métrica “debe haber mejorado gracias al incremento de los tipos, ya que los bancos repercuten mucho antes los mismos en sus productos de activo, préstamos, que en los de pasivo, depósitos”.
En caso de que se ralentizaran los ingresos netos por intereses, será la evolución de las comisiones será la que determine si los ingresos de los bancos se mantienen relativamente planos. Después de que ciertos segmentos de ingresos basados en comisiones experimentaran fuertes descensos en 2022, incluyendo la banca de inversión y los servicios hipotecarios, los analistas tienen opiniones encontradas sobre cómo se comportarán en 2023. Según Cassidy, la estabilidad del mercado y una pausa en las subidas de tipos deberían permitir que los negocios de banca de inversión de mercados de capitales en renta variable y deuda se recuperen.
Asimismo, el consenso espera una ralentización en el crecimiento de los préstamos bancarios. Con una recesión a las puertas, los mercados ven probable que se reduzcan las oportunidades para conseguir préstamos atractivos para las empresas, que el año pasado, a pesar de las turbulencias, se mantuvieron “firmes”. “El pico de crecimiento ha quedado atrás”, aseguran desde Wedbush, quienes esperan un ritmo de crecimiento “sólido, pero moderado”.
Estos expertos señalan que solo hay dos escenarios lógicos en esta situación: un impulso en los segmentos de mayor rendimiento o una “paralización” del crecimiento debido a unas empresas “más cautelosas” y un consumidor “más débil”. Por otro lado, Wedbush destaca que los depósitos se contraerán tanto en tasa trimestral como interanual en el cuarto trimestre de 2022.
Por último, los analistas destacan que, si la economía sigue debilitándose a lo largo de 2023, la mayor incógnita de cara a los próximos resultados es la necesidad que sentirán los bancos de reforzar las provisiones para insolvencias. En este sentido, los expertos de Autonomous recuerdan que la morosidad crediticia se ha mantenido por debajo de niveles prepandemia, lo que podría resultar “manejable” en caso de que la economía entre en recesión.
Cassidy, en cambio, cree que es posible que las provisiones aumenten, ya que las previsiones de cara a 2023 indican que “hay que acumular reservas para recibir un impulso en sus resultados más adelante”. “Si es un banco, ¿por qué no asumir lo peor y aumentar las reservas en el cuarto trimestre? Ponga una cifra mucho mayor de la que necesita, luego vaya ligero en las provisiones el año que viene y muestre un mejor crecimiento de los beneficios que sus rivales”, sentencia el experto de RBC.
Por otro lado, los epertos de Link Securities recalcan que, “más importante que las propias cifras que den a conocer las compañías (pasado), será lo que digan los directivos de estas entidades sobre el devenir de sus negocios (futuro)”. “Si se producen revisiones a la baja de sus expectativas de resultados y estas son generalizadas, podríamos asistir a una pequeña corrección en las bolsas en los próximos días, algo a lo que ayudará el elevado nivel de sobrecompra que presentan los índices y muchos valores”, pronostican.