Afirmó que el plazo "ya no es de cinco años" en respuesta al tiempo que planea permanecer en su puesto
Jamie Dimon, CEO de JP Morgan, dijo a los accionistas del banco, en la Junta celebrada este lunes, que el plazo "ya no es de cinco años" en respuesta a una pregunta sobre cuánto tiempo planea permanecer en su puesto. Esto supone un cambio clave con respecto a las respuestas anteriores de Dimon a preguntas sobre la sucesión, en las que su respuesta estándar había sido siempre que la jubilación estaba a cinco años de distancia.
Dimon añadió que el banco más grande de EEUU está "bien encaminado" en sus planes de sucesión. A principios de este año, el ejecutivo trasladó a algunos de sus lugartenientes principales a nuevos roles, posicionándolos para adquirir más experiencia en la gestión de las operaciones de la firma mientras prepara posibles sucesores.
La ambigüedad de los planes de Dimon ha convertido el momento de la sucesión en JP Morgan en una de las preguntas persistentes para los inversores y analistas del banco. A lo largo de casi dos décadas, Dimon, de 68 años, ha convertido a su entidad financiera en la más grande de América en activos y capitalización de mercado.
Con todo, Dimon añadió este lunes que aún tiene "la energía que siempre he tenido" para gestionar la entidad.
La decisión de cuándo dejará el cargo corresponderá en última instancia al Consejo de Administración de JP Morgan, señaló Dimon, y exhortó a los inversores y analistas a examinar a los ejecutivos que podrían ocupar su lugar.
Encabezan la lista de candidatos Marianne Lake, consejera delegada del banco de consumo de JP Morgan, y Jennifer Piepszak, que codirige su banco comercial y de inversión. Las ejecutivas recibieron sus últimos encargos en enero.
"Estamos en marcha, estamos moviendo a la gente", afirmó Dimon.
Sin embargo, incluso cuando dimita como consejero delegado, es probable que permanezca como presidente del banco, según ha declarado JP Morgan.