El banco holandés ING ha presentado un beneficio neto de 1.120 millones de euros en el primer trimestre, cifra que supone un 8,7% menos que en el mismo periodo del año pasado. El beneficio subyacente antes de impuestos cayó un 6,2%, hasta 1.580 millones de euros.
La entidad ha achacado la caída de sus beneficios a unos costes más altos y a las provisiones para préstamos incobrables, que superaron el aumento en los ingresos. El presidente ejecutivo, Ralph Hamers, ha destacado también el aumento en el riesgo de préstamos y la presión de los bajos tasas de interés en la zona euro.
Los ingresos netos por intereses se situaron en 3.843 millones de euros hasta marzo, un 2,32% más que durante los tres primeros meses del ejercicio precedente, mientras que los ingresos por comisiones alcanzaron los 675 millones de euros, un 2,11% inferior a la cifra registrada en el primer trimestre de 2018.
La ratio CET1, que mide la solvencia, se situó a finales del pasado mes de marzo en el 14,7%, lo que representa una mejora desde el 14,5% en el que se situaba a cierre de 2018. El consejero delegado del banco, Ralph Hamers, ha asegurado que el comienzo del año ha sido "positivo" y ha destacado el "buen momento comercial".
NEGOCIO EN ESPAÑA
En lo que respecta a España, el negocio de banca minorista sigue creciendo. En los últimos doce meses el número de clientes se incrementó un 4,3%, hasta situarse por encima de los 3,9 millones, mientras que para 2,2 millones de personas ING es ya su banco principal, un 8,8% más que un año antes.
De hecho, ING ha indicado que España, unido a Australia y Polonia, fue el mercado que más contribuyó al crecimiento de los préstamos en el primer trimestre, a diferencia de Turquía, que fue la única región en la que la financiación disminuyó.
"Esta tendencia positiva se ve reflejada en los fondos gestionados", ha subrayado la entidad, que ha apuntado a un incremento del 8,4% de los mismos, hasta los 65.038 millones de euros.
De igual forma, la actividad de financiación, que incluye la concesión de hipotecas y crédito al consumo, se elevó un 18,5% en los tres primeros meses del año en España, hasta 18.735 millones de euros, mientras que en inversión el crecimiento fue del 3,3%, hasta 10.531 millones de euros.
"Este buen comportamiento se produce mientras ING mantiene una de las tasas de mora más bajas del mercado, que se sitúa en el 0,86%", ha remarcado la entidad en un comunicado. ING, que en 2019 cumple veinte años de su aterrizaje en el sector de la banca minorista en España, ha registrado un crecimiento orgánico "positivo hasta convertirse en un banco completo con un balance diversificado".