Afirma que no vio a ningún gobierno "hablando de apoyar las pérdidas extraordinarias"
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha negado que la petrolera reciba "windfall profits" (beneficios caídos del cielo) por su actividad en el actual contexto de precios alcistas de la energía y ha asegurado que hará "todo lo posible" para luchar contra cualquier iniciativa "arbitraria", en referencia al impuesto que prepara el Gobierno para las energéticas.
En una conferencia con analistas para presentar los resultados del primer semestre, Imaz aseguró que "no tiene ninguna duda" de que el marco constitucional y jurídico, tanto de la Unión Europea como de España, va a proteger a Repsol de cualquier "posible iniciativa arbitraria o de medidas arbitrarias".
El ejecutivo de Repsol se pronunció así al ser cuestionado por el nuevo impuesto con el que el Gobierno pretende gravar con un 4,8% los ingresos de la gran banca y con un 1,2% los de las energéticas para recaudar unos 7.000 millones de euros en dos años.
Asimismo, defendió que Repsol opera en un negocio "libre, abierto y no regulado", en el que las decisiones de inversión a largo plazo se toman "en base a suposiciones" que están sujetas "a una enorme volatilidad y riesgo".
De esta manera, el consejero delegado de la energética añadió que no se puede hablar de beneficios caídos del cielo en unos negocios que no están regulados y que son "cíclicos".
Además, recordó que el sector del refino en España mantuvo sus inversiones durante muchos años para mejorar sus instalaciones, a pesar de que los márgenes eran bajos y otras empresas "estaban cerrando".
"Nuestro negocio de refino perdió cientos de millones de euros en 2020 y 2021, y no vi a ningún gobierno hablando de apoyar estas pérdidas extraordinarias", aseveró.
"En todo caso, creo que vivimos en un marco jurídico. Nuestro sistema jurídico va a protegernos de cualquier potencial medida arbitral", dijo, añadiendo que harán "todo lo posible para luchar contra cualquier iniciativa de este tipo".
Por otra parte, el directivo indicó que la estrategia de la compañía pasa por estar "cerca de sus clientes estando cerca de sus necesidades", para lo que ha trabajado para reducir los precios de los carburantes aumentando los descuentos que aprobó el Gobierno de 20 céntimos por litro.
"Nuestra prioridad tiene que ser estar cerca de nuestros clientes y los gobiernos tienen que decidir lo que prefieren: si recaudar impuestos para obtener dinero o estar cerca de los clientes para estar cerca de la sociedad", se cuestionó.
Por otra parte, respecto a una posible entrada en su negocio de 'Upstream' de un socio, ante los rumores de una posible venta del 25% del capital al fondo estadounidense EIG, Imaz señaló que no es algo que esté ahora sobre la mesa. No obstante, reconoció que la compañía analiza "cualquier oportunidad" que se presente sobre cualquier activo.
De todas formas, en el caso de una posible operación en este sentido, subrayó que el capital que se ingrese tendría por destino "acelerar" la transición energética de la compañía y, "siempre tratando de mantener nuestro sólido balance financiero", la remuneración de sus accionistas.
En este sentido, Imaz no descartó seguir incrementando el programa de recompra de acciones a lo largo de este ejercicio, aunque dependiendo de la evolución en los próximos meses y teniendo en cuenta el entorno actual.