Los expertos indican que "el posible recorte de los ingresos regulatorios en España" lastra a la compañía
La compañía energética Iberdrola obtuvo un beneficio neto de 2.804 millones de euros en 2017, un 3,7% más que los 2.705 millones que obtuvo en 2016. Por su parte, el margen bruto de la compañía en este período alcanzó los 13.363 millones, que supone un incremento del 3,3% con respecto al pasado ejercicio.
Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) consolidado ha disminuido un 7,8% en 2017, hasta los 7.318,7 millones de euros, "con un buen comportamiento del negocio de redes gracias a Estados Unidos y a Brasil (afectada positivamente por la incorporación de Neoenergia) y de la generación contratada en México, que se ve superada por el efecto negativo de las condiciones meteorológicas en España y la evolución del negocio liberalizado del Reino Unido", explica la compañía en su comunicado. Adicionalmente, esta partida se ve impactado por un mayor gasto operativo neto de 203 millones fruto de los planes de eficiencia.
Tanto el beneficio neto como el Ebitda de Iberdrola están ligeramente por debajo de las estimaciones del consenso de analistas de FactSet. Los expertos esperaban un beneficio de 2.842 millones de beneficio y un Ebitda de 7694 millones. En este sentido, las acciones de la compañía (-3,8%) lideran las caídas del Ibex 35 esta jornada.
El analista de Renta 4, Ángel Pérez, indica que tras estos resultados "podríamos ver reacción negativa de la cotización al no haberse alcanzado los objetivos fijados, no obstante se han tomado medidas para mejorar la evolución futura de los resultados del grupo por lo que revisaremos nuestras estimaciones", indica. Renta 4 mantiene su precio objetivo en 7,5 euros, frente a los 2,9 que cotiza en estos momentos, y recomienda "sobreponderar".
Los expertos de Bankinter indican que "el posible recorte de los ingresos regulatorios en España, la debilidad del negocio en Reino Unido y la fortaleza del euro afectarán negativamente a la evolución de los resultados del grupo. Iberdrola llevará a cabo un plan de recorte de costes y de venta de activos no estratégicos para hacer frente a este escenario", apuntan.
La deuda financiera neta se sitúa en 32.856 millones de euros. Este apalancamiento financiero ajustado aumenta hasta el 43,4% respecto al 42% a 31 de diciembre de 2016. "Como consecuencia principalmente de la integración de Neoenergía y de las inversiones acometidas en el año 2017", explica Iberdrola. Las inversiones netas del período ascienden a 5.890,9 millones de euros, superando en un 38,1%a las realizadas en el ejercicio precedente. El 88% de las mismas se concentraron en el Negocio de Redes, Renovables y Generación Contratada a largo plazo.
Durante el año 2017, la energía eléctrica distribuida por Iberdrola fue de 230.122 GWh, un 0,1% más que en 2016, "compensándose la bajada en Reino Unido y Estados Unidos con el crecimiento en España y Brasil. El gas distribuido (Estados Unidos) en el año 2017 es de 59.880 GWh, lo que supone un crecimiento de un 0,5% respecto 2016", afirman.
FACTORES RECURRENTES POSITIVOS Y NEGATIVOS
Iberdrola expone los factores recurrentes positivos y negativos que han impactado en sus cuentas. Por un lado, la compañía energética se ha beneficiado de la reforma fiscal aprobada en Estados Unidos. Este cambio normativo ha supuesto un impacto positivo no recurrente de 1.284 millones de euros en el beneficio neto. "Se ha aprovechado dicho impacto extraordinario para llevar a cabo medidas que mejorarán el perfil de negocio de la Compañía, como el saneamiento del negocio de gas en Estados Unidos tras considerar esta actividad como disponible para la venta y la implementación de planes de eficiencia registrados en la partida de Gasto Operativo Neto", explica en su comunicado.
Por otro lado, la compañía que preside José Ignacio Sánchez Galán ha visto como en sus cuentas tenía un efecto extraordinario positivo la operación de fusión de Gamesa con Siemens. Este proceso ha aportado 251 millones de euros al beneficio neto.
En el terreno negativo, Iberdrola indica que ha sufrido unas condiciones operativas extremadamente complicadas en España, sufriendo uno de los años más secos registrados (se han producido 10,4 TWh menos que el año pasado). Además, el negocio de generación y clientes en Reino Unido se ha visto afectado por un clima muy suave que lleva a una caída de la demanda, problemas operativos y de morosidad no repetibles.
También ha lastrado sus cuentas "la discontinuación de la actividad de Iberdrola Ingeniería, cuyos resultados pasan a reportarse en la línea de sociedades por el método de participación, que han arrojado pérdidas de más de 200 millones de euros", apunta. Por otro lado, las tormentas en EEUU ha golpeado en 109 millones de euros a sus cuentas y el impacto del tipo de cambio es de 186,4 millones de euros a nivel de Ebitda.