La aerolínea más joven del grupo aumentará su capacidad un 180% en el primer trimestre
El holding IAG sabe que tiene por delante un año complicado: el combustible está caro, los cielos europeos saturados que presionan sus márgenes y la incertidumbre de un posible ‘Brexit duro’ pegada como una sombra. Aun así, espera crecer un 5,9% en capacidad en este ejercicio y gran parte del impulso lo darán Iberia y Level, la filial ‘low cost’ que lanzó en 2017. Tras desistir en la compra de Norwegian, el holding de aerolíneas está dispuesto a apostar de forma orgánica por el 'low cost' porque tiene muy claro el potencial de este segmento.
El crecimiento de la ‘low cost’ será el mayor de todas las aerolíneas del grupo. IAG quiere que aumente su capacidad un 180,9% en el primer trimestre y crezca en todo 2019 un 94,9%. IAG define la expansión de Level como “un gran ejemplo de creatividad, innovación, flexibilidad y toma rápida de decisiones”. La más joven de sus aerolíneas se ha convertido en motivo de orgullo, como ha mostrado esta semana el consejero delegado del grupo, Willie Walsh.
“Es un nicho rentable y vamos a aprovecharlo. Estamos comprometidos con expandir Level. Está realizando un muy buen desempeño en los mercados en los que está operando”, aseguró Walsh durante su intervención en la cumbre aérea organizada por A4E.
En el último ejercicio, IAG inyectó 48 millones en el capital de Level, casi cuatro veces más que la inversión inicial de 13 millones en 2017 para poner en marcha la aerolínea, como consta en el informe anual del grupo.
Level todavía no es rentable (cerró su primer ejercicio completo con pérdidas de 8,4 millones), pero IAG tiene clara su apuesta por el segmento sobre todo después de desistir en la compra de Norwegian. La ‘low cost’ noruega “ha demostrado, si no a todo el mundo al menos a nosotros, que el mercado existe y que el consumidor aceptará el modelo de negocio”, subrayaba el ejecutivo en referencia al vuelco que ha dado al largo radio la compañía liderada por Bjorn Kjos en los últimos años.
En su primer ejercicio completo transportó 888.000 pasajeros a 25 destinos en Europa, América del Norte y Latinoamérica. Cuenta ya con nueve aviones propios, siete más que en 2017, y el grupo baraja sumar otros 15 aviones para 2022. En cuanto a sus bases, además de Barcelona, IAG ha apostado en 2018 por París (Francia) y Viena (Austria) para ampliar su red de destinos en Europa. Para este año tienen los ojos en Amsterdam.
En largo radio vuela desde Barcelona a Boston, San Francisco y Nueva York, en Estados Unidos, y a Santiago de Chile. Desde París llega a Guadalupe, Martinica, Montreal y Nueva York.
IBERIA SE REFUERZA HACIA AMÉRICA
Iberia, que ha cerrado 2018 con un beneficio récord de 436 millones, tiene marcado un objetivo de crecimiento del 11,8% durante el primer trimestre -el de mayor impulso este año-, para totalizar el año con un avance del 8,7%.
Su misión para este año es presionar a Norwegian el largo radio. Para lograrlo la aerolínea española llegará a Noruega: a partir de verano volará a Oslo y a Bergen. Además, este año recibirá otros cuatro Airbus 350-900 y los utilizará para aumentar capacidad en dos de sus rutas hacia América: Chicago y Buenos Aires.
Latinoamérica es uno de los tableros de juego que más importan a IAG. Terreno natural de Iberia, el grupo reconoce que aunque ha aumentado su capacidad en un 8,7% en el último ejercicio, la cuota de mercado es menor. Los problemas económicos en países como Argentina, Venezuela o Brasil han frenado su crecimiento. “El crecimiento de IAG respondió a la cobertura del mercado de largo radio de bajo coste, los nuevos destinos y las frecuencias adicionales”, explica el grupo en su reporte de 2018, un año en que rivales como Norwegian o Air Europa han intensificado su presencia en la región.
Los crecimientos previstos para British Airways son más moderados (1,4% en el primer trimestre y 2,6% para todo el año), mientras que Vueling, la otra ‘low cost’, jugará un papel clave en el segundo y cuarto trimestre, para crecer un total de 5,5% en el año. Este año, y anticipándose a los problemas que arrastra en Barcelona-El Prat a causa de la saturación, IAG ha previsto una reducción de destinos para este verano.