Herbalife en guerra contra Ackman: cruce de acusaciones por el caso de la manipulación
Ackman se reafirma en sus palabras contra Herbalife, la empresa contraataca
La guerra entre Herbalife y el inversor William Ackman está viviendo un nuevo capítulo después de que el FBI haya comenzado sus investigaciones para conocer si el inversor pagó a terceras personas para desprestigiar a la compañía y sacar provecho económico. Herbalife afirma que el inversor mantiene una apuesta contra la compañía de 1.000 millones de dólares.
Herbalife nunca ha demostrado que nada de lo que he dicho sea falso
En declaraciones a la CNBC, William Ackman ha asegurado que se encuentra “perplejo por esta historia, ni el FBI ni el Departamento de Justicia nos han llamado”. No parece dispuesto a retractarse sobre sus acusaciones contra la compañía “si tienen alguna pregunta para mí, estaré encantado de contestarlas. Mantengo cada una de las declaraciones que he hecho sobre Herbalife. La compañía nunca ha demostrado que nada de lo que he dicho sea falso”.
Por su parte, Alan Hoffman, vice presidente de Herbalife, ha lanzado un comunicado de prensa en el que da cifras sobre los presuntos intereses económicos de la firma de inversión Pershing Square Capital Management, propiedad de Ackman: “El señor Ackman tiene una apuesta contra Herbalife de 1.000 millones de dólares y un interés financiero directo en herir a nuestra compañía”.
"Ackman tiene una apuesta contra Herbalife de 1.000 millones de dólares"
Añade que “durante más de dos años, ha gastado más de 75 millones de dólares orquestando un ataque falso y prefabricado contra Herbalife, todo ello en un esfuerzo por enriquecerse a sí mismo”.
La firma de productos de nutrición concluye su comunicado reafirmando su confianza en su “modelo de negocio” y, añaden, que “algún día las tácticas de Ackman quedarán expuestas”.
La polémica ha revivido después de que el FBI haya anunciado que tiene motivos para sospechar que William Ackman, fundador de la firma de inversión, Pershing Square Capital Management, habría tratado de atacar las acciones de Herbalife mediante la contratación de varias personas para que desprestigiaran el modelo de negocio de la empresa ante los reguladores oficiales con el fin de conseguir que bajara el precio de sus acciones, tal y como había apostado Pershing Square.
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