Moody's ha recortado la calificación y la banca bloquea una parte de la refinanciación
Grifols vuelve a sufrir en bolsa. Los títulos de la compañía se han hundido este jueves (han caído un 12,22%) ante las últimas noticias negativas que se han conocido, y que están golpeando la cotización. Por un lado, Moody's ha rebajado la calificación a 'B3' y asesta duros comentarios contra la compañía, mientras que Fitch, aunque mejora su perspectiva, también lanza avisos sobre la compañía. Y por otro lado, la banca ha bloqueado parte de la refinanciación que ha solicitado Scranton, matriz de Grifols y propiedad de la familia fundadora.
En primer lugar, llegó Moody's, que este miércoles decidió rebajar el rating de familia corporativa (CFR, por sus iniciales en inglés) de la compañía a 'B3' desde 'B2', con perspectiva 'estable'.
En un comunicado, la firma aseguró que la bajada de la calificación "refleja el aún elevado apalancamiento de Grifols, incluso considerando la reducción de deuda esperada por su reciente venta de activos, y una recuperación del flujo de caja libre (FCF) más lenta de lo esperado". Todo eso, remarcó, "resultará en métricas crediticias que estarán más en línea con una calificación de 'B3' en los próximos 12 a 18 meses".
Pero no es el único golpe que la agencia de calificación asestó a Grifols. También habló de "limitada previsibilidad del desempeño financiero" y de gestión de riesgos "deficiente", apuntando que la compañía tiene una "estructura organizacional compleja y opaca" y poniendo también el acento sobre las dudas que suscita la "rotación de la gerencia".
Y añadió que la liquidez de la compañía todavía "es frágil", y todo dependerá de que Grifols "regrese a una generación positiva de FCF, que no ha aún materializado".
Cabe recordar que Moody's había puesto bajo revisión el rating de Grifols el pasado mes de marzo, y ha esperado hasta la confirmación de la venta de SRAAS para finalizar su análisis.
Frente a ello, la agencia Fitch mejoró la perspectiva de la calificación de incumplimiento de emisor (IDR) a largo plazo de Grifols de 'negativa' a 'estable', al tiempo que confirmó el rating en 'B+'. Y es que cree que "el riesgo de refinanciación a corto plazo se ha reducido significativamente" tras la venta de SRAAS. No obstante, también señaló los riesgos que, a su juicio, acechan a la compañía.
Tal y como apuntó, las calificaciones de Grifols se ven limitadas por su alto apalancamiento, su escasa liquidez y su flujo de caja libre (FCF) temporalmente moderado. Aunque, pese a ello, cree que la firma tiene una posición significativa en el mercado de hemoderivados que espera "crezca a un dígito alto". "Grifols está bien posicionada para defender su posición competitiva en el mercado a través de su integración vertical, asegurando el suministro de plasma y ejecutando operaciones rentables", concluyó Fitch en su informe de este miércoles.
Además de estos 'golpes', Grifols también sufre este jueves por la información de 'El Confidencial' que apunta que CaixaBank, Sabadell y BBVA habrían rechazado refinanciar a la familia, bloqueando parte de un préstamo de 400 millones de euros. En concreto, se niegan a refinanciar 130 millones del crédito de Scranton, matriz de Grifols y propiedad de la familia fundadora.
De esos 130 millones de euros, 70 fueron prestados por CaixaBank, 20 por BBVA y los 40 restantes por Banco Sabadell.
El rechazo de estas entidades es lo que ha llevado a la familia fundadora del grupo de plasma a pedir cuatro meses más de plazo a todas las entidades acreedoras para evitar el impago inminente de la deuda, y es que el crédito vence el próximo mes, concretamente el día 17 de julio.
Entre el resto de entidades acreedoras figuran, por ejemplo, HSBC, Commerzbank, BNP o Bank of America, que a priori sí estaban dispuestas a extender el crédito tras las medidas adoptadas por Grifols para reducir su deuda y mejorar su gobierno corporativo.
Sin embargo, el rechazo de los bancos españoles ha dado al traste con los planes de la familia, que ahora necesita que al menos los plazos se extiendan hasta noviembre. Una medida que, en cualquier caso, deben aprobar todos los acreedores por unanimidad.
Según los expertos de Sabadell, ambas son "noticias negativas que ponen en evidencia que pese al avance en la refinanciación y desapalancamiento, Grifols aún se enfrenta a dificultades en el corto plazo".
Así lo explican en su informe diario de mercados, en el que recuerdan que ellos valoran "positivamente" las mejoras a nivel de gobierno corporativo y endeudamiento, y creen que "una vez superada la crisis de Gotham y teniendo encarrilada la refinanciación de su deuda, la ecuación rentabilidad riesgo vuelve a ser atractiva a largo plazo en Grifols".
Los estrategas de Bankinter también han comentado la situación de la compañía de plasma en su informe diario, centrándose en la rebaja de Moody's. Como apunta, esta noticia "deberían influir negativamente en la cotización de las emisiones de bonos en circulación", unas calificaciones que "son de deuda sin grado de inversión ('Non-Investment Grade)".