El gigante tecnológico buscará ganar profundidad en su tecnología sobre el 'Internet de las cosas'
Google, la compañía dirigida por Sundar Pichai, ha anunciado este jueves la compra de Xively, una división de la tecnológica LogMeIn por 50 millones de dólares (cerca de 40 millones de euros). Un paso más del gigante estadounidense para competir con Amazon y Microsoft en el negocio de la ‘nube’ pública.
Xively permite a las compañías conectar nuevos dispositivos, controlarlos remotamente y enviar datos desde dichos dispositivos a otros sistemas. Entre los clientes de la tecnológica están Halo Smart Labs, Lutron y New England BioLabs. La empresa viene de registrar ingresos de tres millones de dólares (más de 2 millones de euros) y gastos de 13 millones de dólares (más de 10 millones de euros) en su último año fiscal. Aproximadamente 45 trabajadores de Xively pasarán a trabajar para Google tras esta adquisición.
El gigante tecnológico buscará ganar profundidad en su tecnología sobre el 'Internet de las cosas'
“A través de esta adquisición, Cloud loT Core ganará profundidad en la tecnología del ‘Internet de las cosas’ y experiencia en ingeniería, incluyendo la avanzada gestión de dispositivos de Xively, además de su servicio de mensajería y las capacidades de su ‘dashboard’”, ha afirmado Antony Passemard, jefe del product management para Google Cloud a través de una publicación en su blog.
Por su parte, la CEO de Google Cloud Diane Greene, ha hablado sobre la importancia del ‘Internet de las cosas’ durante su aparición en una conferencia sobre tecnología e Internet en San Francisco a principios de semana: “el Internet de las cosas es un área muy interesante”.
De esta manera, Google adquiere Xively después de que LogMeIn comprara la tecnológica en 2014 por 12 millones de dólares (9,5 millones de euros). A principios de febrero, Google habló por primera vez sobre los ingresos de su plataforma pública Google Cloud y la productividad de las ‘apps’ de G Suite: 1.000 millones de dólares por trimestre (798 millones de euros). Unas cifras lejanas aún a los 5.000 millones de dólares (3.990 millones de euros) generados por Amazon Web Services durante ese mismo tiempo.