El Banco de Portugal ha señalado que las reclamaciones del préstamo no serán cubiertas por Novo Banco
Goldman Sachs y varios de sus clientes podrían perder cientos de millones de dólares de un préstamo concedido a Banco Espírito Santo apenas unas semanas antes de que la entidad portuguesa se derrumbará en agosto, después de que el Banco de Portugal haya señalado que las reclamaciones no serán cubiertas por Novo Banco, el 'banco bueno' tras la división de BES en dos.
Novo Banco ha anunciado que fue informado por el Banco de Portugal la semana pasada que no tendría que hacer frente a los 835 millones dólares contraídos con el vehículo de financiación Oak Finance Luxembourg. El préstamo sigue siendo una obligación del "banco malo", que mantuvo el nombre de Banco Espírito Santo y que cuenta con los peores activos de la entidad.
No tendría que hacer frente a los 835 millones dólares contraídos con el vehículo de financiación Oak Finance Luxembourg
Goldman Sachs, que creó Oak Finance Luxembourg y compró los billetes emitidos por el vehículo contra el préstamo, planea "perseguir el dinero utilizando todos los cauces apropiados".
Dado que los problemas que atravesaba BES este verano y otras empresas vinculadas a la familia Espírito Santo, Oak Finance Luxembourg hizo un préstamo de amortización de 835 millones de dólares con un plazo de cuatro años. Los recursos del préstamo se destinarían a un proyecto de la refinería de petróleo en Venezuela para la cual BES había acordado previamente la financiación.
Cuando BES fue dividido en dos, Novo Banco quedó libre de las obligaciones del préstamo. No obstante, según fuentes de Goldman Sachs, tanto el Banco de Portugal y Novo Banco habían confirmado por escrito que la obligación de cumplimiento se transferiría a Novo Banco.
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