Las gasistas no se rinden ante la CNMC y planean personarse ante el Consejo de Estado
El regulador recorta la retribución en un 9,6% y recalca que sigue la política energética del Ministerio
La pugna entre el sector del gas y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) fue una de las grandes batallas empresariales de 2019 y va camino de serlo también en 2020. Este miércoles, el regulador ha dado luz verde a la nueva metodología que determinará la retribución de la distribución de gas natural, que afecta sobre todo a compañías como Naturgy, Madrileña de Gas o Gas de Extremadura; y que ahora pasará a ser revisada por el Consejo de Estado.
Es un paso obligado, que puede prolongarse bien quince días o bien hasta dos meses, dependiendo de si se realiza por procedimiento de urgencia o por el cauce habitual. Y las compañías quieren ser escuchadas, por lo que planean personarse ante el órgano consultivo para recalcar cómo este nuevo modelo de retribución las perjudica, según indican fuentes del sector, pese a que el hachazo se suavice desde el 17,8% que anunció la CNMC en julio hasta el 9,6% que confirmó este miércoles.
No es un cambio de regulación que entre en vigor en unas semanas, sino que comenzará a partir de 2021. La regulación actual marca una retribución media anual de 1.420 millones de euros, que con el nuevo planteamiento se reduce hasta los 1.283 millones. Y será un recorte progresivo, que fija la cuantía en función de la actividad de las gasistas: en 2021 se queda en 1.391 millones y, de cara a 2026, se rebaja hasta los 1.181 millones de euros.
Para las empresas el cambio decidido hace semanas va en la buena dirección pero no es suficiente, dado que cambia de forma relevante el marco en el que han operado en los últimos años y que, en algunos casos, puede ser irreparable. De ahí que quieran jugar todas sus bazas.
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Además, es una pelea relevante en caso de que los inversores, las firmas y fondos que han apostado por estas empresas, decidan acudir a la vía judicial, de forma similar a lo que ha ocurrido en los últimos años con los famosos pleitos de las renovables. Es decir, agotar todas las vías y procedimientos posibles para intentar cambiar la regulación planteada por la CNMC.
EN LÍNEA CON EL MINISTERIO
El organismo presidido por José María Marín Quemada defiende en la memoria que acompaña la circular que se trata de un texto que va en la misma línea que marca el Ejecutivo. Hay que recordar que PSOE y Unidas Podemos sellaron un pacto de investidura que marca como prioridad la bajada de precios de la energía para los consumidores.
La CNMC recalca que la circular “se adecua a las orientaciones de política energética establecidas por el Ministerio, no existiendo discrepancias relevantes sobre cuestiones competenciales política energética”, en referencia a la cartera de Transición Ecológica que encabeza Teresa Ribera.
Y ahonda en la cuestión principal. “La nueva metodología garantiza una retribución suficiente para el mantenimiento de los activos de distribución al mantener una retribución en función del número de puntos de suministro y el gas suministrado al objeto de contribuir a una gestión óptima de los recursos y bajo el principio de optimizar el retorno para los consumidores”, resume la CNMC en esa memoria justificativa.
