Cree que el grupo debió anotarse otros 5.000 millones por deterioros
A la fiscal del caso Bankia no le salen las cuentas. La representante del Ministerio Fiscal encargada del proceso judicial que busca esclarecer las responsabilidades penales por la salida a bolsa y posterior rescate de la entidad, Carmen Launa, cree que en la integración de las siete cajas en el Grupo BFA en 2010 no se tuvieron en cuenta deterioros por más de 5.000 millones de euros, generando un “déficit de saneamientos” que, en opinión de la fiscal, constituye una cifra “desproporcionada”.
Launa considera acreditado que en las cuentas que se utilizaron para la integración de las siete cajas (Caja Madrid, Bancaja, Caja Segovia, Caja Rioja, Caja Ávila, Caja Canarias y Caixa Laietana) en Grupo BFA en 2010 no se aplicaron los saneamientos adecuados. Cree que debieron registrarse deterioros por 14.966 millones de euros netos, cuando solamente se anotaron por 9.207 millones.
Así, existiría una diferencia “desproporcionada” de más de 5.000 millones de euros, a los que deben sumarse los deterioros de unos 263 millones de euros que traía Banco de Valencia, entidad en la que Bancaja tenía una participación que más tarde pasó a ser propiedad de BFA.
La caja debió realizar saneamientos por esa cantidad antes de integrarse, pero no lo hizo, según las conclusiones que la fiscal ha obtenido tras escuchar a los acusados, los testigos y los peritos.
Este déficit de provisiones fue señalado durante el juicio oral por José Antonio Casaus, uno de los inspectores del Banco de España de cabecera de Bankia durante la integración y la salida a bolsa. Más concretamente, él dijo que solamente Caja Madrid cerró el ejercicio 2010 con un déficit de provisiones de unos 6.200 millones de euros, pues necesitaba 16.000 millones.
Las dotaciones finales se realizaron a raíz de un informe que Caja Madrid encargó a PwC a finales de 2010, que reflejaba una necesidad de 11.500 millones de euros. Esta cifra, aunque era superior a la prevista por Afi, que era de unos 7.000 millones, se quedaba corta para Casaus, que calculaba que la necesidad de Caja Madrid y Bancaja era de unos 16.000 millones.
El perito judicial Antonio Busquets, por su parte, llegó a una conclusión similar y estimó en 5.759 millones de euros las necesidades de saneamientos, como recordó la fiscal durante su exposición. El experto destacó durante el juicio el “impacto brutal” de este error, que habría dejado al banco “con un patrimonio que no permite ninguna operación”.
“Aunque haya diferentes formas de cálculo, todos llegan a la misma conclusión”, cree la fiscal del caso Bankia, en cuya opinión la reducción de las coberturas que se produjo en diciembre de 2010 era conocida por los gestores, pese a lo cual no fue registrada. Entre ellos se encontraba José Luis Olivas, expresidente de Banco de Valencia y Bancaja, “perfecto conocedor de la situación de Banco de Valencia”, tanto por los cargos que ostentó como por la información que recibía de empleados de los órganos corporativos de la entidad, según Launa.
UNA EXPOSICIÓN QUE SERÁ LARGA
Con la llegada de septiembre se ha retomado el juicio por el debut bursátil de Bankia con la presentación del informe de la Fiscalía a cargo de su representante en el caso, que expuso durante horas la justificación a su nueva acusación. De hecho, tuvo que pedir al tribunal que la jornada no continuara por la tarde para poder recuperar su garganta, una petición a la que los magistrados accedieron una vez comprobaron que las defensas no tenían nada en contra. En las más de cinco horas que duró la sesión del lunes, solamente interrumpió la exposición en dos ocasiones para efectuar dos recesos de quince minutos.
Con todo, a la fiscal solamente le dio tiempo para exponer la justificación de su acusación hasta el periodo más temprano del caso: la integración de las siete cajas en el Grupo BFA, que tuvo lugar en 2010. La salida a bolsa, así como la formulación y reformulación de las cuentas de Bankia de 2011 y la entrada del nuevo equipo gestor se tratarán en las próximas sesiones.