Sostiene que funcionaba como una corporación única aunque facturara la filial de Renovables
El ex director de Control de Funciones Corporativas de Iberdrola José Antonio del Olmo ha asegurado este lunes al juez que investiga los contratos de la empresa eléctrica con Cenyt, el grupo empresarial de José Manuel Villarejo, que la matriz gestionó facturas del comisario aunque estuvieran vinculadas a servicios contratados por la filial de Renovables.
Del Olmo ha comparecido como investigado ante el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 6, Manuel García Castellón, tras ofrecerse a declarar porque, según ha manifestado, desde que fuera imputado ha ido recordando y recabando mayor información acerca de las facturas que Villarejo emitió a Iberdrola por los supuestos encargos ilícitos que la matriz habría hecho al comisario desde 2004 y por los que éste se habría embolsado más de un millón de euros.
De acuerdo con las fuentes jurídicas consultadas por 'Europa Press', el ex 'controller' ha declarado durante una hora y media, respondiendo a las preguntas del juez, el fiscal y su defensa, para explicar en detalle el sistema de facturación.
El antiguo directivo ha indicado que Iberdrola funcionaba como una corporación única donde la matriz gestionaba igualmente las facturas derivadas de los contratos de las filiales del grupo. En este sentido, ha comentado que uno de los departamentos más centralizados era el de Seguridad, que conforme ha aflorado en la investigación judicial habría sido el encargado de contratar a Cenyt.
Del Olmo se ha referido en concreto a una factura de 2012 emitida por Cenyt a Iberdrola Renovables por un importe total de 29.500 euros en concepto de "servicios de apoyo logístico y seguridad a personal en Rumanía" que estaría vinculada al proyecto 'Wind', donde el cometido de Villarejo habría sido investigar a la empresa suiza Eólica Dogrogea para obtener información que ayudara a la compañía española a resolver un conflicto surgido en relación con un trabajo en ese país.
El ex 'controller' ha sostenido que esa factura se gestionó desde Iberdrola aunque se emitiera a nombre de la filial de Renovables, justificando de este modo que figurara su firma en calidad de director de Control de Funciones Corporativas de la matriz.
Además, ha precisado que dicha factura se trató como confidencial, por razones que ha asegurado desconocer, lo cual obligaba a una firma reforzada. De ahí, ha expuesto, que la rúbrica del entonces jefe de Seguridad Internacional, Enrique Victorero, no fuera suficiente.
Del Olmo, de acuerdo con las citadas fuentes, ha llevado a cabo una minuciosa descripción del sistema de facturación de Iberdrola, apuntando a hasta tres vías distintas para tramitarlas.
De un lado, ha mencionado la existencia de un procedimiento de compras de obligado cumplimiento para Iberdrola y sus filiales donde la norma general era que las facturas no se pagaban si no había presupuesto aprobado.
No obstante, había excepciones. Así, ha contado que las facturas emitidas por CASESA --una empresa de servicios de seguridad a la que se apunta como tercer vértice de un sistema de triangulación para camuflar los servicios de Villarejo a Iberdrola-- se pagaron con anticipos por orden del Comité Operativo de la matriz, unos pagos que se reflejaron meses después en un presupuesto extraordinario.
La gestión de las facturas de CASESA es lo que habría llamado la atención de Del Olmo hasta el punto de elaborar el famoso informe de diciembre de 2004 donde denunció las presuntas irregularidades, un 'dossier' cuya veracidad ha vuelto a reivindicar este lunes frente a los postulados de Iberdrola, que afirma que es un documento falso.
En este punto, el fiscal anticorrupción Miguel Serrano ha querido saber por qué no avisó de estas supuestas irregularidades por la vía interna, en lugar de hacer un depósito ante notario. Del Olmo ha contestado que, cuando comentó el asunto con uno de sus superiores, el que fuera consejero director general de Iberdrola José Luis San Pedro, éste le dijo se olvidara del asunto. El ex 'controller' ha manifestado que acudió al cauce notarial porque tuvo miedo de ser despedido.
Por otro lado, se ha referido a otras dos excepciones al sistema de compras establecido. Una, ha relatado, eran las ya mencionadas facturas confidenciales, que obtenían este trato diferenciado por decisión del responsable del departamento contratante y requerían varias firmas, incluida la de Del Olmo. Y otra serían las facturas vinculadas a la Presidencia de Iberdrola que gestionaba personalmente Jesús Pernía, ha completado.
El ex director de Control de Funciones Corporativas de Iberdrola ha aprovechado su comparecencia ante García Castellón para reiterar de viva de voz la petición que ya hizo por escrito para que le otorguen la protección a informantes que ofrece la llamada directiva 'whistleblowing' frente a lo que considera "represalias" de Iberdrola por las acciones judiciales emprendidas por la compañía en su contra.
García Castellón explicitó al citar a Del Olmo que lo hacía, entre otras cosas, para escucharle antes de pronunciarse sobre si se le puede aplicar esta norma europea, algo que Iberdrola alega que no es posible.
Asimismo, el antiguo 'controller' ha apostillado que tiene documentación suficiente para respaldar su testimonio de este lunes, unos papeles que se ha ofrecido a entregar, por lo que el juez le ha emplazado a hacerlo.