La firma neoyorquina mantiene en 'A/A-1' la calificación crediticia a largo y corto plazo
Balón de oxígeno de S&P Global Ratings a Credit Suisse. La firma neoyorquina mantiene en ‘A/A-1’ la calificación crediticia a largo y corto plazo del banco helvético en medio de los vaivenes que está atravesando en los últimos días, aunque recalca que las previsiones “siguen siendo negativas”.
“Vemos crecientes riesgos para el cambio operativo de Credit Suisse, dado que el rápido deterioro del entorno económico y las recientes turbulencias del mercado pueden complicar la ejecución de los planes de reestructuración de la dirección, que el banco tiene previsto anunciar el 27 de octubre”, explica la agencia de calificación estadounidense.
Asimismo, S&P también ha confirmado su calificación crediticia de emisor a largo plazo ‘BBB’ para Credit Suisse Group AG, la sociedad de cartera no operativa del grupo. “El compromiso del banco con una fuerte capitalización sigue apoyando la calificación, proporcionando algunos amortiguadores operativos”, indican.
“Además, confirmamos nuestras calificaciones de contraparte de resolución (RCR) 'A+/A-1+' a largo y corto plazo de Credit Suisse AG y sus filiales calificadas en Suiza, el Reino Unido, España y Alemania, así como nuestras RCR 'A/A-1' a largo y corto plazo de Credit Suisse Securities (USA) LLC”, añaden desde S&P.
En cuanto a los riesgos, la calificadora estadounidense subraya que el deterioro de las condiciones operativas “ha aumentado los vientos en contra para la aplicación de la estrategia revisada de Credit Suisse, que aún no se ha anunciado” “Creemos que las incertidumbres económicas y la volatilidad de los mercados podrían hacer que la próxima reestructuración de las operaciones deficitarias del grupo sea más difícil de lo previsto, con el riesgo de retrasar la recuperación de la confianza de los clientes e inversores”, apuntan.
En este sentido, S&P cree que “al estar materialmente expuesto al sentimiento de los clientes y del mercado, con un impacto directo en los costes de financiación”, la posición de Credit Suisse podría “permanecer bajo presión durante los próximos meses, en particular hasta que los detalles de su revisión estratégica estén disponibles y sean evaluados a fondo por los participantes en el mercado de capitales”. “También pensamos que hasta que se resuelvan los problemas heredados, seguirán nublando la visibilidad en torno a las previsiones financieras del grupo y pueden seguir siendo un lastre”, añaden.
Así, la firma neoyorquina señala que, aunque Credit Suisse “se beneficiará del aumento de los márgenes de intereses netos”, su previsión es que los costes de reestructuración y el aumento de los costes de financiación, así como la reducción de la base de ingresos, “pueden limitar el potencial de mejora de la rentabilidad en los próximos dos años”.
“Por tanto, la transformación del negocio del grupo vendrá acompañada de importantes retos a corto plazo que la nueva dirección tendrá que superar rápidamente para posicionar al banco hacia un modelo operativo más estable y razonablemente exitoso”, explican.
Asimismo, S&P ve “positivamente” que el grupo siga teniendo una capitalización “robusta, demostrada por su ratio de capital ordinario de nivel 1 del 13,5% a 30 de junio de 2022”. “Esperamos que nuestra ratio de capital ajustado al riesgo (RAC) proyectado siga siendo fuerte, a pesar de las perspectivas de rentabilidad deterioradas y de los costes de reestructuración previstos”, apuntan, “También reconocemos el compromiso de la dirección con su programa de eficiencia de costes, que tiene como objetivo una base de costes absoluta de 15.500 millones de francos suizos a medio plazo, que se apoya en esfuerzos más amplios de eficiencia de costes y en su plan de transformación digital”.
En este sentido, la calificadora prevé que la ratio RAC se mantendrá “entre el 13% y el 14%”, lo que proporciona “un colchón considerable y sigue siendo más fuerte que el de la mayoría de sus homólogos”.
Con todo, S&P avisa que “si la dirección no es capaz de demostrar rápidamente un progreso material respecto a sus objetivos operativos” se podría agravar “la actual presión sobre la posición crediticia del grupo” y, en consecuencia, “podríamos rebajar las calificaciones de Credit Suisse Group AG, así como de Credit Suisse AG y sus filiales operativas”.