La incertidumbre subyacente que afecta al negocio de redes móviles persistirá hasta 2024
Ericsson ha caído un 5,92% en bolsa tras haber anunciado este martes que registró pérdidas por importe de 29.513 millones de coronas suecas (2.555 millones de euros) en los nueve primeros meses de 2023, en contraste con el beneficio neto atribuido de 12.922 millones de coronas (1.119 millones de euros) del mismo periodo del ejercicio precedente, después de anotarse en el tercer trimestre un cargo extraordinario de casi 32.000 millones de coronas (2.671 millones de euros) en relación con el deterioro de valor de Vonage.
El resultado neto en lo que va de año se vio afectado por el deterioro de 31.900 millones de coronas del fondo de comercio atribuido a la adquisición de Vonage, algo que Ericsson atribuyó a la caída significativa en la capitalización de mercado de los pares que cotizados de Vonage, el aumento de los tipos de interés y la desaceleración general en los mercados principales de Vonage.
Asimismo, Ericsson precisó que en los nueve primeros meses del año ha asumido un impacto adverso de unos 5.000 millones de coronas (433 millones de euros) por gastos de reestructuración, así como de mayores gastos operativos relacionados principalmente con su división de Empresa a través de la consolidación de Vonage.
Las ventas netas del fabricante sueco de redes y equipos de telecomunicaciones entre enero y septiembre alcanzaron los 191.470 millones de coronas suecas (16.575 millones de euros), una cifra un 3,2% superior a la facturación de Ericsson en los tres primeros trimestres de 2022. De su lado, los costes aumentaron un 9,8%, hasta 118.473 millones de coronas (10.256 millones de euros).
En concreto, el negocio de redes de la compañía sueca redujo un 6,2% sus ingresos, hasta 126.444 millones de coronas (10.946 millones de euros), mientras que el área de servicios en la nube y digitales elevó un 9,3% sus ventas, hasta 44.072 millones de coronas (3.815 millones de euros) y los ingresos del negocio de empresas aumentaron un 130%, hasta 19.047 millones de coronas (1.649 millones de euros).
Entre julio y septiembre, Ericsson registró pérdidas de 30.491 millones de coronas suecas (2.639 millones de euros), frente al resultado positivo de 5.214 millones de coronas (451 millones de euros) del tercer trimestre de 2022, mientras que sus ingresos trimestrales disminuyeron un 5,2%, hasta 64.473 millones de coronas (5.581 millones de euros).
El presidente y consejero delegado de Ericsson, Börje Ekholm, defendió que los resultados de la compañía estuvieron en línea con las previsiones "en un entorno operativo desafiante", advirtiendo de que, igual que el resto del sector, "esperamos que la incertidumbre macroeconómica persista hasta 2024", lo que afecta a la capacidad de inversión de los clientes.
"Estamos abordando estos desafíos centrándonos en elementos que están bajo nuestro control, a saber, la gestión de costes y la eficiencia operativa", añadió, destacando que las medidas de reducción de costes implementadas ya están notándose, lo que ha llevado a Ericsson a aumentar hasta 12.000 millones de coronas (1.038 millones de euros) la meta de ahorro en tasa de ejecución a finales de año, lo que representa un aumento de 1.000 millones de coronas suecas respecto de lo previsto.
Asimismo, el ejecutivo advirtió de que la incertidumbre subyacente que afecta al negocio de redes móviles persistirá hasta 2024, por lo que la empresa seguirá tomando medidas para reducir costes.
De este modo, la compañía ha señalado que, dada la incertidumbre actual, no dará una orientación más allá del cuarto trimestre de 2023, limitándose a indicar que mantiene el objetivo de margen Ebita a largo plazo de entre el 15-18% y pretende alcanzarlo "lo antes posible", sujeto a la recuperación de los mercados.