Además, la empresa presentará un ERTE que afectará a la totalidad de la plantilla
El ERE presentado por Tubacex para paliar los problemas estructurales de la compañía afectará a 150 personas en las plantas alavesas de Llodio y Amurrio. Además, la empresa presentará un ERTE que afectará a la totalidad de la plantilla, para minimizar las consecuencias de la pandemia ante la baja cartera de pedidos, según ha informado la compañía en un comunicado.
Tubacex ha iniciado este lunes el proceso de negociación con la parte social de un ERE y un ERTE en sus plantas alavesas. Según ha explicado la compañía, el ERE es para "paliar los problemas estructurales que la compañía sufre derivados de la grave crisis del principal sector al que van destinados sus productos, petróleo y gas".
La empresa ha indicado que la actividad en dicho sector "ha caído más de un 50% desde el año 2015 y no se espera una recuperación a volúmenes anteriores, dada la aceleración de la transición energética y la clara apuesta por otras fuentes de energía".
Este ERE, ha anunciado, puede afectar a 150 personas e incluye una propuesta de plan de acompañamiento social que ayude a reducir el impacto de las salidas. Se inicia ahora un periodo de 30 días para llegar a un acuerdo.
ERTE
Por su parte, el ERTE, que afectará a la totalidad de la plantilla, es para paliar las consecuencias que la Covid-19 está suponiendo en los clientes de Tubacex y que ha hecho que la cartera de pedidos de la compañía haya descendido "dramáticamente" en los últimos meses.
En ese sentido, Tubacex ya anunció en el pasado mes de julio que la caída del mercado le obligaba a poner en marcha medidas en todo el mundo para reducir los costes en un 20%, con el objetivo de mejorar su competitividad y asegurar la sostenibilidad de la compañía. Dichas medidas ya se han llevado a cabo en el resto de las 20 plantas del grupo, a excepción de las alavesas.
La compañía ha asegurado que, desde julio de 2020, la dirección de Tubacex ha buscado "intensamente alternativas, en primer lugar, tratando infructuosamente de acordar con la representación sindical medidas de ajustes que evitaran despidos y, en segundo lugar, mediante un plan de bajas incentivadas que ha tenido un escaso eco". Por ello, ha dicho lamentar "profundamente verse abocada a tomar una decisión que suponga recorte de empleo".