La empresa se reúne este martes con los representantes de CCOO, UGT y SIE
Endesa y los sindicatos retoman esta semana las negociaciones para firmar el nuevo convenio colectivo de sus trabajadores. Un mes después de la huelga general que convocaron los trabajadores coincidiendo con la junta general de accionistas, los representantes de UGT, CCOO y SIE se sientan de nuevo con la empresa para abordar las mejoras que defienden como necesarias en el nuevo convenio. Pero hay un escollo que resolver: la tarifa eléctrica de los empleados y jubilados de la compañía.
La negociación del V Convenio Colectivo, que empezó en septiembre de 2017, se ha atascado en la pelea por mantener el beneficio de la tarifa de empleados. Los empleados de la energética, como en otras empresas del sector, tienen bonificación en el consumo eléctrico, sufragando sólo los costes fijos. La energética argumenta que es necesario recortar el excesivo gasto que supone la carga de estos extrabajadores o familiares que disfruten del beneficio (viudas, viudos y huérfanos) para poder mejorar las condiciones de los trabajadores actuales y nuevos contratos. Endesa tiene alrededor de 9.000 empleados en activo, frente a los casi 26.000 vinculados pasivos a los que todavía paga la luz. La factura total de sus empleados ronda los 710 millones, según las provisiones registradas.
El tira y afloja de la negociación derivó en la primera huelga general en la historia de la compañía. Se convocó coincidiendo en la última junta general de accionistas, fecha en la que Borja Prado se despedía de la presidencia de la compañía. Los sindicatos consideran que Endesa ha planteado unas condiciones muy rígidas y que no suponen un progreso para los trabajadores. Tras la huelga han celebrado una primera reunión y la parte sindical está abierta a negociar, pero quieren "mantener el fuego de la movilización activo" porque saben que ahora mismo es la empresa la que tiene posición fuerte.
El convenio anterior expiró el 31 de diciembre y el 30 de junio "se certifica la eliminación de los beneficios sociales", indican fuentes sindicales a este medio. Ese es el horizonte que baraja la energética para alcanzar un acuerdo con los sindicatos pero aún hay tiempo para más movilizaciones, recuerdan.
De cara a la cita del martes, los sindicatos trabajan en bloque para plantearle a la empresa la necesidad de abordar la negociación de forma conjunta, sin marcar líneas rojas como la tarifa de empleado de la que dependa el resto de medidas. Más allá de este beneficio, les preocupa la renegociación salarial y la reestructuración de las categorías de empleados, algo que consideran perjudicial tal y como está planteado.
RECURSO ANTE EL TS
La Audiencia Nacional desestimó a finales de marzo la demanda que presentaron los sindicatos contra Endesa por suspender las bonificaciones en la tarifa eléctrica a exempleados, viudos, viudas y huérfanos de los mismos tras el fin del convenio colectivo el pasado diciembre.
En su sentencia, la Audiencia da la razón a Endesa: al haberse extinguido el convenio que sustentaba los beneficios de personas que no son titulares de contratos en vigor, la empresa puede retirarlos cuando acaba el período de ultraactividad del convenio.
CCOO anunció el recurso de casación ante el Tribunal Supremo y afirmó que los beneficios sociales que disfrutaban esos colectivos, entre ellos la tarifa de empleado, son anteriores a los convenios y "no se pueden eliminar sin compensación alguna". A su favor está el voto particular con que se formuló la sentencia de la Audiencia. Para la magistrada Emilia Ruiz-Jarabo un beneficio social no se puede suprimir de forma unilateral aunque sí puede ser objeto de compensación. Si Endesa no otorga compensación sería una medida contraria a derecho, agrega la magistrada.
Este voto particular es una ventana de esperanza para el recurso interpuesto por los sindicatos. Bajo su punto de vista es también la razón por la que Endesa se muestra más dispuesta a negociar aunque por el momento mantenga la posición de eliminar el beneficio de la tarifa de empleado al personal pasivo. El recurso en el Supremo puede llevar varios años pero mientras se resuelve los sindicatos confían en lograr un acuerdo que se ajuste a las expectativas de ambas partes.