El centro que va a ser reemplazado por la empresa está situado en Pego, Portugal
Endesa ha anunciado que invertirá 600 millones de euros para reemplazar su central de carbón en Pego (Portugal) por un centro de energías renovables.
Este proyecto presentado por la energética dirigida por José Bogas implica levantar una planta solar fotovoltaica de 650 MW y desarrollar 100 MW de capacidad de almacenamiento con baterías, además de instalar un electrolizador con capacidad para la producción de 1.500 toneladas al año de hidrógeno verde.
Con esta inversión total cercana a esos 600 millones de euros para implementar estas tecnologías 'verdes' en la región de Medio Tejo, el grupo estima que se asegurará durante la fase de construcción de las instalaciones y en operación y mantenimiento como mínimo el actual nivel de empleo (80 trabajadores) a largo plazo.
Endesa espera que el Gobierno portugués inicie un proceso para elegir el proyecto que sustituirá a la central de carbón, en la defensa tanto de los intereses del sistema eléctrico nacional, como de los principios de la transición justa.
La energética está inmersa en una transición energética que permitirá evolucionar hacia un modelo sin emisiones a través de la descarbonización de la economía y la apuesta por las energías renovables.
La estrategia de descarbonización del mix energético de Endesa se basa en un plan de reducción progresiva de emisiones durante los próximos años, hasta su eliminación completa en 2050. Como paso intermedio, prevé que el 80% de toda su generación eléctrica en España y Portugal esté libre de emisiones en 2030.
Así, este proyecto en Pego se va a realizar desde un enfoque de economía circular, un modelo que el grupo ya está aplicando en los ámbitos de los nuevos proyectos de generación renovable, el almacenamiento energético o la distribución eléctrica.
El director general de Endesa en Portugal, Nuno Ribeiro da Silva, señaló que Portugal forma parte de la estrategia que la compañía diseñó para liderar la transformación del sector eléctrico en la Península Ibérica.
"El proyecto para Pego, encuadrado en la transición energética justa, presenta evidentes beneficios ambientales, sociales y económicos. No solo para el Ayuntamiento de Abrantes, sino para toda la región de Medio Tejo. Supone la creación de nuevos empleos directos a largo plazo, capaces de asegurar como mínimo el actual nivel de empleo de la operación a carbón. En concreto, los 80 puestos de trabajo ligados ahora directamente a la actividad de la central de carbón", dijo.
Antes de presentar esta iniciativa, Endesa analizó junto con sus socios en la 'joint venture' que gestiona la central de carbón de Pego, "Tejo Energia", la posible continuidad de la planta, incluyendo la posibilidad de una reconversión de la central a biomasa.
No obstante, los resultados mostraron que no es viable prolongar la vida de la instalación. Entre otras razones se manifestó la insuficiencia de residuos forestales para alimentar la central de manera sostenible sin recurso a biomasa noble.
A ello se añade el elevado coste de la energía generada a partir de residuos forestales, que hacen que este recurso sea más adecuado para aplicaciones de menor escala, distribuidas en una lógica de proximidad y con finalidad térmica y no eléctrica conforme ha sido recogido por el Gobierno portugués en el Plan de Energía y Clima 2030.