Votará también el pago de un dividendo correspondiente a 2021 de 1,70 euros brutos por acción
La junta general de accionistas de Enagás, que se celebrará este jueves 31 de marzo en Madrid votará la renovación de Antonio Llardén como presidente no ejecutivo por un nuevo mandato y ratificará a Arturo Gonzalo Aizpiri como consejero delegado.
Aizpiri, procedente de Repsol, asume así todas las funciones ejecutivas como CEO, después de que Llardén, siguiendo las mejores prácticas internacionales de gobierno corporativo, haya decidido cederle sus funciones ejecutivas, por lo que continuará como presidente no ejecutivo y presidente del consejo de administración.
Con el nombramiento de Gonzalo Aizpiri, aprobada a finales de febrero por el órgano rector de Enagás, la energética culmina el proceso emprendido en 2012 cuando se incorporó la figura de consejero delegado.
Enagás, participada en un 5% por el holding público SEPI, también someterá a los accionistas la renovación de Ana Palacio como consejera independiente y el nombramiento -también como consejeros independientes- de David Sandalow, María Teresa Costa Campi, Manuel Gabriel González Ramos y Clara García Fernández Muro, en sustitución de Ignacio Grangel, Antonio Hernández-Mancha, Isabel Tocino y Gonzalo Solana, a los que les vence el mandato este año.
Con estos cambios, el número de mujeres en el consejo de administración superará el 40%, más del 70% de consejeros serán independientes y "se lleva a cabo una cierta renovación de los consejeros para afrontar los nuevos retos que la compañía tiene en el proceso de descarbonización de los próximos años, dando también continuidad a su papel clave como TSO (transportista de gas natural) y operador de infraestructuras energéticas".
La junta general de accionistas de Enagás votará también el pago de un dividendo correspondiente a 2021 de 1,70 euros brutos por acción, lo que supone un aumento del 1% anual, en línea con la estrategia de la compañía.
También votará las cuentas de la compañía en el pasado ejercicio, cuando obtuvo un beneficio neto de 403,8 millones de euros, lo que representa una caída del 9% con respecto al ejercicio anterior, pero le permite superar ampliamente el objetivo establecido para el año de 380 millones de euros.