No descarta deshacerse de su participación del 30% en la estadounidense Tallgras
Enagás está estudiando la venta de activos, incluida su participación del 30% en la estadounidense Tallgrass, para financiar la construcción de los gasoductos necesarios para reducir la dependencia energética de Europa de las materias primas rusas. Así lo ha reconocido el consejero delegado del operador español de redes de gas, Andrés Gonzalo, en una entrevista con 'Bloomberg'.
Si los activos están maduros y las condiciones del mercado permiten su venta, esa será "una opción clara", ha dicho Gonzalo sobre la posible venta de activos para financiar los mencionados gasoductos. Cabe recordar que aunque Enagás ha dicho que puede mantener su política de dividendos hasta 2026 y financiar los 1.300 millones de euros de gastos de capital previstos en su plan estratégico, el CEO ha reconocido que hacia el final del periodo necesitará "algo más".
Gonzalo se refiere así a los fondos que podría necesitar la compañía para construir gasoductos desde España hasta Francia e Italia, las opciones que ha puesto sobre la mesa el Gobierno que dirige Pedro Sánchez, para ayudar a reducir la dependencia energética de Rusia.
No se descarta ningún escenario, según ha reconocido el consejero delegado de Enagás. Ni siquiera deshacerse de la participación que la gasista ostenta en Tallgrass, del 30%. De momento la española está centrada en ayudar a financiar la estrategia de la compañía estadounidense de midstream, que prioriza el crecimiento sobre los dividendos, pero a más largo plazo Enagás se plantearía vender su participación, junto con otros activos fuera de Europa, ha afirmado Gonzalo.
Por ahora, ha destacado, Tallgrass debe "aprovechar las oportunidades actuales", y es que en estos momentos "EEUU se ha convertido en el gran proveedor de gas natural licuado de Europa y su midstream está trabajando a pleno rendimiento", ha destacado el CEO de Enagás. Pero de cara al futuro están abiertas todas las posibilidades.
REFORZAR LAS CONEXIONES
Los planes de Enagás pasan por ayudar a reforzar las infraestructuras de gas en Europa. Y es que eso ayudaría a la región a aprovechar el exceso de capacidad de regasificación de las plantas españolas, ha apuntado el CEO. "Europa carece de una interconexión que le permita intensificar los flujos oeste-este, y esa es la gran debilidad de un sistema gasista diseñado para alimentarse con el combustible ruso", ha afirmado Gonzalo.
"Ahora que ha desaparecido, hay que construir rápidamente una infraestructura que vaya en sentido contrario", ha incidido el directivo, en referencia a los problemas de abastecimiento a los que se enfrenta el Viejo Continente como consecuencia del corte de suministro decretado por Moscú, que hace temer lo peor de cara al invierno.
España sigue presionando junto a Alemania para sacar adelante el MidCat, el gasoducto que conectaría ambos países a través de Francia. El problema es que el presidente galo, Emmanuel Macron, sigue rechazando esta infraestructura. La otra opción que hay sobre la mesa es mandar el gas desde España a través de un gasoducto que conecte con Italia.
En cualquier caso, España defiende que serían unos gasoductos útiles, ya que no solo transportarían gas, sino también hidrógeno, lo que los haría más eficaces y baratos que las unidades flotantes de regasificación. Y es que las llamadas FSRU son "barcos que necesitan tripulación y personal para operarlas y que tienen que entrar en dique seco para su mantenimiento", ha recordado Gonzalo.