Fuentes conocedoras revelan que Elisenda Paluzie y Joan Canadell "se llevan a matar"
La histórica Casa Llotja de Mar de Barcelona, sede de la Cambra de Comerç de la capital catalana, fue, a inicios de semana, el escenario de la proclamación de Joan Canadell como nuevo presidente de la entidad. Su mandato se iniciaba al son de proclamas independentistas como "viva Catalunya libre" y con una defensa del derecho a la autodeterminación. Pero el empresariado catalán, al que apeló para que "les permitan soñar" que la región "será algún día un Estado", no piensa plantar batalla ni abandonar sus sillas en la entidad.
La postura que han decidido adoptar es de estrecha vigilancia sobre los pasos de Canadell y de espera ante la "más que segura ruptura con la Assemblea Nacional Catalana (ANC)", explican fuentes de alto nivel empresarial a Bolsamanía. Aseguran que Canadell y la actual presidenta de la entidad soberanista, Elisenda Paluzie, "se llevan a matar" y que las discrepancias entre ambos en cuanto al rumbo que deben imprimir a la Cámara barcelonesa ha puesto su relación al límite.
A la espera de que Canadell imponga su criterio, razones no le falta al empresariado para temer una deriva de la centenaria organización. El programa con el que la candidatura 'Cambres: Eines de País' ('Cámaras: Herramientas de País'), venció en los comicios del mes de mayo, defendía desvincular la economía catalana de los "poderes fácticos centralizados", entre ellos el Ibex 35 y la Cámara de Comercio de España. Pero, poco después, enarbolaron la bandera blanca y aseguraban a Bolsamanía que "son empresas muy importantes a tener muy en cuenta"; de hecho, subrayaron que no estar en buenas relaciones con ellas iría en contra de otra de sus máximas: "fomentar el crecimiento económico en Cataluña".
En cuanto al organismo presidido por José Luis Bonet, se mantiene el status quo y la entidad nacional no prevé acciones para prevenir un giro independentista de la Cambra barcelonesa. Su posición oficial es de confianza en que Canadell respete los objetivos de fomento de la actividad empresarial que se le presupone a la institución y no se despeñe por la senda del activismo político. De optar por tomar represalias en un futuro, la Cámara de Comercio de España podría cortar el grifo de los fondos europeos que administra.
Sobre el papel que otras entidades empresariales podrían desarrollar en una cruzada contra Canadell, varias fuentes han apuntado a que tanto la patronal catalana, Foment del Treball, como el Círculo de Economía, se estaban equipando para plantar cara a una instrumentalización política de la 'Cambra'. Hasta se había especulado que el adelanto de las elecciones en el lobby económico, que se celebrarán en julio, respondía a una estrategia orquestada contra el dueño de las gasolineras Petrolis Independents.
Desde otros sectores, también se habían atribuido varios movimientos de Josep Sánchez Llibre, actual presidente de Foment, a la búsqueda de un frente común contra el potencial brazo empresarial del soberanismo. Señales de ello serían, por ejemplo, que la patronal haya hecho las paces con la Cecot vallesana -a quien ha readmitido, dando carpetazo a su pugna con el anterior presidente Joaquim Gay de Montellà- o la incorporación de empresarios jóvenes o expolíticos a su estructura.
No obstante, fuentes empresariales aseguran a 'Bolsamanía' que Foment no va a mover ficha y "las empresas no van a hacer absolutamente nada". Los consejos de administración de las grandes compañías que pagan anualmente una contribución para ocupar 14 asientos de los 60 que conforman el pleno de la cambra no abandonarán su membresía. Si acaso se espera alguna reacción por parte de Banco Mediolanum, por el fracaso de la candidatura de su presidente, Carles Tusquests, en los comicios del mes pasado.
La postura de la inmensa mayoría es que "por 75.000 euros no vamos a hacer el gilipollas", relatan fuentes de primera mano a este medio. No obstante, la Cambra quiere acometer una reforma de este reparto que acabe con el privilegio de compra con el fin de que estos puestos también se voten.
Entre las compañías que adquieren sus sillas figuran algunas de las cotizadas catalanas: Banco de Sabadell, Caixabank, Naturgy, las tres con sede en otras regiones españolas desde la diáspora empresarial de 2017. También, Abertis, el ya citado Banco Mediolanum, Criteria Caixa, Deloitte, Indra, Magma Disseny, Pricewaterhousecoopers, Promotora Kasde, RACC, Damm y Sociedad General de Aguas de Barcelona. Conjuntamente contribuyen con hasta un millón de euros del presupuesto total de la entidad que se aproxima a los 20 millones de euros anuales. En concreto, en 2018 gestionó 18,6 millones.
GUERRA ENTRE FOMENT Y PIMEC
Precisamente la distribución del pleno de la Cambra ha hecho estallar por los aires las relaciones entre Foment y Pimec. Las dos patronales ocupan otros seis puestos de la sesentena del pleno y la entidad que defiende los intereses de la pequeña y mediana empresa ha quebrado el tradicional reparto igualitario.
La votación de estos puestos, efectuada a principios de mes, se saldó con cuatro puestos para Pimec, que se ha arrimado a 'Eines de País', cuya alianza ha sido aceptada de buen grado por Canadell, y dos para Foment. En el origen de la disputa parece estar el rechazo de la entidad comandada por Sánchez Llibre de presentar una lista conjunta, una situación que ha derivado en una guerra entre esta y la patronal que preside Josep González. "La relación entre ambos es pésima", aseguran fuentes conocedoras.