LONDRES, 22 (EUROPA PRESS)
Las cadenas británicas de supermercados Sainsbury y Asda han planteado la posibilidad de desinvertir en entre 125 y 150 tiendas para poder salvar su fusión, después de que la Autoridad de Mercados y Competencia de Reino Unido (CMA, por sus siglas en inglés) asegurara que dicha operación presentaba "grandes problemas de competencia", por lo que amenazaba con bloquearla.
En el plan enviado por las dos compañías de comercio minorista a los reguladores británicos, también han propuesto la desinversión en el segmento de las gasolineras, aunque no han planteado ninguna cifra concreta.
"En conjunto, estas dos propuestas representan una oportunidad única para los actores actuales para escalar más su negocio o para que un nuevo actor obtenga un tamaño inmediato", han subrayado las dos entidades, que no han detallado ninguna desinversión en el segmento de comercio electrónico.
SINERGIAS
Asimismo, las sinergias que se generarán tras la unión de los negocios de ambas firmas permitirá el compromiso de hasta 1.000 millones de libras (1.166 millones de euros) anuales, a partir del tercer año tras la fusión, con el objetivo de rebajar sus precios.
Las dos empresas han insistido en que la prohibición de la transacción sería "desproporcionalmente costosa e intrusiva", ya que las partes implicadas serían "competidores menos efectivos en el mercado" y evitaría que se produjeran las sinergias necesarias para rebajar los precios. "Por tanto, la prohibición de la fusión propuesta resultará en una pérdida significativa de beneficios para los consumidores", han apostillado.
En opinión de las partes implicadas, un cambio en la estructura del mercado no es "per se" un motivo para prohibir una fusión ya que "cualquier" transacción de este tipo provoca cambios en las estructuras del mercado.
El acuerdo de fusión entre Sainsbury y Asda, alcanzado en abril de 2018, daría origen a la mayor cadena de supermercados en el país, con una facturación combinada de más de 50.000 millones de libras esterlinas (58.320 millones de euros) y una red de más de 2.800 tiendas Sainsbury, Asda y Argos, con alrededor de 47 millones de transacciones semanales, alcanzando una cuota de mercado superior al 30%.
La Federación de Alimentos y Bebidas de Reino Unido (FDF, por sus siglas en inglés), la patronal de las pymes británicas del sector de la distribución, ha asegurado que la fusión de ambas cadenas tendrá un "impacto negativo" para los consumidores en varios productos y servicios.
El Sindicato Nacional de Granjeros (NFU, por sus siglas en inglés) también se ha mostrado en contra, ya que considera que la unión tiene "potencial" para afectar de forma negativa a la rentabilidad agrícola. Al tiempo, una encuesta conducida por el sindicato mayoritario GMB, el tercero de mayor tamaño de Reino Unido, ha concluido con el 65% de los trabajadores de Asda piensa que la fusión haría "menos seguros" sus empleos.