La aerolínea australiana espera registrar un beneficio subyacente antes de impuestos de entre 593,8 y 626,8 millones de euros
El grupo australiano Qantas espera conseguir un beneficio subyacente antes de impuestos de entre 900 y 950 millones de dólares australianos (593,8 y 626,8 millones de euros) en su primer semestre fiscal, que termina el próximo septiembre. Según las estimaciones del grupo, elevaría entre un 5,6 y un 11,5% sus beneficios frente al mismo periodo de 2016.
La aerolínea, que avanzó los datos preliminares para el primer trimestre del ejercicio financiero 2018, destacó el incremento del 5,1% de los ingresos totales, hasta los 4.190 millones de dólares australianos (2.769 millones de euros) gracias a las mejores condiciones comerciales tanto en el mercado nacional como internacional, en comparación con el primer trimestre del año fiscal 2017.
Qantas prevé una disminución de los ingresos por las buenas cifras del año anterior
Sin embargo, la compañía australiana prevé una disminución de los ingresos en el mercado nacional para la segunda mitad del año fiscal, pero lo achaca a "las buenas cifras correspondientes al mismo periodo del anterior año fiscal" en el periodo comparable.
Por otro lado, la aerolínea confía en aumentar su capacidad en los mercados internacionales un 5% en el primer semestre y un 3% en el segundo, debido a los cambios de red que incorporarán nuevos destinos en el mercado asiático.
La compañía se ha mostrado optimista sobre el desarrollo de este año, si bien ha recordado que las condiciones en el mercado "se endurecerán a partir de la segunda mitad" por el alto precio del combustible y el aumento en la capacidad en vuelos internacionales, que está afectando a los costes unitarios.
VUELOS DIRECTOS A LONDRES Y NUEVA YORK.
Qantas anunció este verano que está trabajando en la posibilidad de operar vuelos directos desde el este de la costa australiana a Londres y Nueva York, unas rutas hasta ahora imposibles de realizar sin escalas pero que estarían disponibles en 2022 si la nueva generación de aeronaves que preparan Boeing y Airbus así lo permiten.
La australiana ha espoleado a los dos grandes fabricantes aeronáuticos, Airbus y Boeing, para que los aviones de nueva generación que están desarrollando -A350ULR y el Boeing 777X-, tengan capacidad suficiente para hacer posible un trayecto sin escalas y con toda la carga de pasajeros de esta envergadura.
Un vuelo directo entre Sidney-Londres recortaría cuatro horas el trayecto entre ambos destinos y se reduciría en tres horas en el caso entre Melbourne-Nueva York, según recoge en su informe. Qantas está "bien posicionada" para ser la aerolínea que opere esos trayectos, asegura.
Por ello, ha celebrado la apertura el próximo diciembre de la que será la ruta más larga operada por Qantas, que conectará Los Ángeles con Melbourne, así como la inauguración en marzo de 2018 de la conexión entre Perth y Londres, a bordo de los nuevos 'Dreamliner' de Boeing.