MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
El Ayuntamiento de Madrid pretende regular y ordenar el sector de los vehículos de alquiler con conductor (VTC), los que dan servicio a plataformas como Uber y Cabify, y posteriormente analizará "si queda capacidad" y "necesidad" de este tipo de transporte.
Así lo aseguró la delegada de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Inés Sabanés, quien ha llamado a analizar estas nuevas plataformas de transporte y su efecto en la movilidad de la ciudad para determinar si hay necesidad de ellas.
Así, delegada aseguró que el Consitorio redactará una ordenanza para regular el servicio de los VTC, en cuestión de horarios, condiciones, recorrido o tipos de vehículos, entre otros factores, en virtud de la competencia que le otorga el Real Decreto Ley que el Gobierno aprobó el pasado mes de septiembre.
"Nuestra voluntad es regular las VTC, ordenar un sector desorganizado y luego, ver si hay capacidad", detalló durante su intervención en el Fórum Europa.
Sabanés se pronuncia de esta forma después de que hace unos días anunciara la disposición del Ayuntamiento a tener lista esta regulación antes de que el próximo mes de mayo concluyera el mandato del actual equipo de gobierno.
Además, avanzó que el asunto se sometería se sometería previamente durante un mes a una consulta pública ciudadana como paso previo a la redacción de un borrador.
Con su ordenanza sobre VTC, el Consistorio pretende "reducir de forma sustancial los efectos negativos que el rápido crecimiento de esta nueva modalidad de transporte genera en la fluidez del tráfico", según detalló entonces la dirigente municipal.
Asimismo, busca atajar el incremento de la contaminación y garantizar el "uso armonioso del espacio público", así como evitar que "una deficiente regulación unida a una notable proliferación del fenómeno deriven en un detrimento tanto de los derechos de la ciudadanía como de las personas usuarias de este servicio".
Madrid es actualmente la ciudad que cuenta con mayor número de VTC. Al cierre del pasado mes octubre las firmas que dan servicio a empresas como Uber y Cabify sumaban 6.256 coches en la capital, la mitad de todo el país, lo que supone un vehículo de este tipo por cada dos o tres taxis, una proporción que contrasta con la de uno por treinta que fija la ley para estos dos modos de transporte urbano.