El Departamento de Justicia de EEUU ha presentado una demanda antimonopolio
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha presentado una demanda antimonopolio con el objetivo de bloquear la adquisición de Time Warner por parte de la operadora AT&T, al considerar que "disminuiría sustancialmente la competencia" y esto resultaría en precios más altos y una menor innovación.
Según informó en un comunicado, la combinación de la infraestructura de distribución de AT&T y la programación de Time Warner se conforma como una de las mayores fusiones en la historia estadounidense, por lo que sería "un arma para obstaculizar la competencia" y exigir precios más altos.
"Esta fusión dañaría mucho a los consumidores estadounidenses. Significaría facturas mensuales de televisión más altas y seguramente se les ofrecería menos opciones innovadoras", señaló el fiscal general adjunto de la división antimonopolio del Departamento, Makan Delrahim.
Asimismo, Delrahim aseveró que esta fusión es "totalmente ilegal" y, sin un remedio adecuado que prevenga completamente los daños que esta fusión causaría, "la única acción apropiada es solicitar una orden judicial para que se bloquee la transacción".
La semana pasada, el director financiero de AT&T, John Stephens, admitía durante su intervención en una conferencia sobre medios y telecomunicaciones organizada por Wells Fargo que el cierre de la adquisición de Time Warner era "incierto".
"El acuerdo ha recibido todas las aprobaciones a excepción de las del departamento de Justicia estadounidense, por lo que, aunque se están manteniendo conversaciones activas, puedo afirmar que por el momento el cierre del trato es incierto", señaló el directivo.
A este respecto, el presidente de EEUU, Donald Trump, quien ha acusado a varios medios, incluida la CNN de Time Warner en su campaña contra las 'fakes news', había indicado en varias ocasiones que no permitiría que esta transacción saliera adelante.
La operación fue anunciada a finales de octubre de 2016, a través de la cual AT&T se haría con Time Warner por 85.400 millones de dólares (73.600 millones de euros) y tenía como objetivo poner en común los negocios inalámbricos, de banda ancha y servicios de televisión por satélite de AT&T con el imperio del entretenimiento propiedad de Time Warner, que incluye canales de televisión por cable como TNT, CBB, HBO o los estudios de cine Warner Bros.
El abogado de AT&T, Dan Petrocelli, ha asegurado que la operación no representa una amenaza para los consumidores en el actual mercado competitivo. "No hay evidencias de que la adquisición de Time Warner por AT&T represente una amenaza para la competencia de la industria o en los precios al consumidor", ha señalado Petrocelli al canal de noticias CNBC. "En todo caso, esta fusión producirá que las facturas de cable o de TV bajen, no suban", aseveró.