LONDRES, 29 (EUROPA PRESS)
La reestructuración de la compañía eléctrica británica Npower anunciada por la alemana E.On, que ha adquirido la empresa en el marco de su plan de intercambio de activos con RWE, supondrá el recorte de unos 4.500 empleos, aproximadamente "tres cuartas partes de la plantilla" de la compañía en Reino Unido, según el máximo responsable de E.On en el país británico.
"Es masivo y no quiero minimizar el alcance de la transformación que tenemos que llevar a cabo, pues Npower ha estado registrando grandes pérdidas durante años y tenemos que acometer estas acciones para poder crear un negocio sostenible en el futuro", ha reconocido Michael Lewis, consejero delegado de E.On UK, en declaraciones a la BBC, recogidas por Europa Press.
En este sentido, el ejecutivo ha señalado el impacto en las condiciones del mercado energético británico de la limitación de los precios de la electricidad y ha defendido que E.On solo ha adquirido recientemente la propiedad de Npower y "está haciendo lo que hay que hacer" para crear un negocio sostenible de cara al futuro. "Tenemos que tomar medidas radicales", ha apuntado.
Asimismo, Lewis ha asegurado que la multinacional hará todo lo que esté en su mano para tratar de mitigar el impacto de estas medidas, incluyendo el reciclaje y recapacitamiento de los trabajadores afectados.
A principios de año, Npower había anunciado el recorte de unos 900 empleos.
La compañía alemana de suministro eléctrico E.On ha anunciado este viernes su intención de acometer "todas las medidas necesarias" para devolver a Npower a una rentabilidad consistente, para lo que la empresa ya ha comenzado las negociaciones con los sindicatos del Reino Unido.
"El mercado del Reino Unido es actualmente particularmente difícil", reconoció el consejero delegado de E.On, Johannes Teyssen, quien explicó que entre las propuestas planteadas se encuentra que una plataforma compartida con E.On UK IT se encargará de prestar servicio a los clientes residenciales y pyme de Npower.
De este modo, el resto de operaciones de Npower "serán reestructuradas en los próximos dos años", añadió, destacando que las medidas planteadas permitirán lograr ventajas considerables, principalmente en infraestructuras tecnológicas y servicio a los clientes.
Estas medidas de reestructuración supondrán un impacto negativo de 500 millones de libras (586 millones de euros), mientras que la compañía alemana confía en que, en su conjunto, sus negocios británicos lograrán un impacto positivo de al menos 100 millones de libras (117 millones de euros) en su Ebit a partir de 2022.
E.On pactó en 2018 la adquisición de la antigua filial de renovables de su rival RWE en el marco de un ambicioso plan de intercambio de activos entre las dos grandes eléctricas germanas.
UN GOLPE ANTES DE NAVIDAD.
Por su parte, los sindicatos británicos han criticado el anuncio de reestructuración de Npower, calificándolo de "golpe cruel" a la plantilla de la eléctrica, que paga la mala gestión de los administradores.
"Es un golpe cruel para los empleados de Npower (...) Sus peores temores se han hecho realidad, menos de un mes antes de Navidad", ha señalado Dave Prentis, secretario general de Unison, después de conocer los planes de E.On.
"El mercado energético del Reino Unido está en peligro real de colapso", ha añadido Prentis, para quien lo sucedido con Npower supone un argumento en favor de que los negocios minoristas de las grandes energéticas ('Big Six') pasen a propiedad pública, lo que contribuiría a "preservar los empleos, aseguraría que los clientes obtengan un mejor trato y permitiría al Reino Unido cumplir con sus objetivos de carbono neutral".
Por su parte, el sindicato GMB ha calificado el anuncio como "un duro golpe para los trabajadores de Npower en todo el Reino Unido", señalando que se trata de una empresa mal administrada, pero son los trabajadores los que llevan la peor parte, mientras que los empleos se envían al extranjero.