El fondo estadounidense llevará a cabo una inyección de 750 millones de euros
El Banco de Portugal ha oficializado este viernes la venta del 75% de Novo Banco al fondo estadounidense Lone Star a cambio de una inyección de 1.000 millones de euros en la entidad, en la que el Estado mantendrá una participación del 25%.
"El Banco de Portugal ha seleccionado hoy a Lone Star para completar la operación de venta de Novo Banco", anunció el gobernador de la entidad, Carlos Costa, añadiendo que la transacción representa "un paso importante en la estabilización del sector bancario portugués".
Según los términos del acuerdo, el fondo estadounidense llevará a cabo una inyección de 750 millones de euros en el momento del cierre de la transacción y se ha comprometido a realizar una segunda inyección de 250 millones de euros en un plazo de tres años.
"Mediante esta inyección de capital, Lone Star pasará a controlar el 75% del capital de Novo Banco, mientras el Fondo de Resolución será propietario del 25%", informó el banco central luso.
También habían presentado propuestas para hacerse con Novo Banco un consorcio formado por Apollo Investment y Canterbridge y la china Minsheng Financial
El Banco de Portugal había rechazado anteriormente una primera oferta del fondo norteamericano que solicitaba una garantía estatal de hasta 2.500 millones para cubrir las pérdidas potenciales derivadas de los créditos improductivos de Novo Banco.
Esta primera oferta, que contemplaba la adquisición del 100% de Novo Banco, preveía una inyección inmediata de 750 millones de euros en la entidad y otra posterior de otros 750 millones.
Además de Lone Star, también habían presentado propuestas para hacerse con Novo Banco un consorcio formado por Apollo Investment y Canterbridge y la china Minsheng Financial.
En septiembre de 2015, el Banco de Portugal decidió frenar el proceso de venta de la entidad puesto que las ofertas presentadas se quedaron muy por debajo de los 4.900 millones de euros invertidos en el rescate de Novo Banco.
En agosto de 2014, el Banco de Portugal se vio forzado a intervenir Banco Espíritu Santo, entidad que decidió dividir en dos entidades, un 'banco bueno', denominado Novo Banco, con los activos saneados del BES, y otro 'malo' que mantendría la denominación BES y que englobaría los activos tóxicos con vistas a su liquidación.
De este modo, Novo Banco recibió entonces una inyección de capital de 4.900 millones de euros procedente del Fondo de Resolución de Portugal para lo que se hizo uso del remanente del dinero del fondo de rescate europeo.