BRUSELAS, 30 (EUROPA PRESS)
La Comisión Europea ha relajado este jueves los requisitos necesarios para que los agricultores accedan a los fondos de la Política Agraria Común (PAC) ante catástrofes naturales o fenómenos meteorológicos extremos e imprevisibles al reformular el uso del concepto de 'fuerza mayor' ante circunstancias excepcionales para el sector agrícola.
El concepto de 'fuerza mayor' permite a los agricultores que no han podido cumplir todos los requisitos de la PAC debido a acontecimientos excepcionales e imprevisibles fuera de su control --como sequías o inundaciones graves-- no perder el apoyo económico, lo que ahora se extenderá a todas las explotaciones que se encuentren en una zona afectada por desastres climáticos sin necesidad de una evaluación pormenorizada.
Así lo recoge la comunicación publicada este jueves por el Ejecutivo comunitario como parte del paquete para reducir la carga administrativa para los agricultores de la UE, que incluye también la relajación de requisitos ambientales asociados a estas ayudas.
El texto aclara que la 'fuerza mayor' podrá aplicarse a todos los agricultores que trabajan en una zona delimitada afectada por catástrofes naturales o fenómenos meteorológicos graves e imprevisibles.
Esto significa que los agricultores ubicados en el área impactada no necesitarán completar solicitudes individuales ni proporcionar evidencia del cumplimiento de las condiciones de 'fuerza mayor'.
APLICACIÓN DE LA 'FUERZA MAYOR'
Los Estados miembro deberán confirmar la aparición de una catástrofe natural grave o de un acontecimiento meteorológico grave y delimitar la zona geográfica que se ha visto afectada por el acontecimiento y cuyas consecuencias no pudieron evitarse con la debida diligencia.
Para esta delimitación, los Estados miembro pueden basarse, por ejemplo, en datos satelitales de la zona en cuestión, sin necesidad de específicos a nivel de las explotaciones individuales.
Para cierto tipo de eventos, las administraciones nacionales también deberán considerar factores adicionales, como el tipo de suelo o de cultivos, para definir la población afectada sin necesidad de verificación individual.
Este podría ser el caso, por ejemplo, de las heladas, que pueden no afectar de la misma manera a todos los cultivos, o de las lluvias continuas, que pueden tener efectos diferentes en zonas con pendiente, o de suelos con diferentes capacidades de retención de agua.
Siempre y cuando se cumplan todas estas condiciones, la aclaración que ha publicado la Comisión eximirá a las autoridades de la necesidad de una evaluación caso por caso de las explotaciones afectadas, como se exige actualmente.