MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
América Latina es la región donde se perciben menos avances en lashacia un escenario de sostenibilidad energética, ya que la madurez de su sistema solamente llega al 22%, frente a otras regiones como Europa o Norteamérica, donde se supera el 30% (33% y 34%, respectivamente).
Esta es una de las principales conclusiones que se extrae del informe 'Índice de preparación para la transición energética', elaborado por Siemens Energy y en el que también se recogen los avances en descarbonización que se han dado en los últimos años.
En concreto, se estima que las emisiones de dióxido de carbono de América Latina se redujeron un 17% entre 2005 y la actualidad y que se podría llegar al 37% en el año 2030. En este contexto, el informe destaca que la región es un "contribuyente menor" al cambio climático, puesto que solo representaba el 5% de las emisiones globales en el año 2020.
Para Siemens Energy, enmendar el rumbo de las emisiones y lograr reducciones a medio y largo plazo será "especialmente difícil", ya que se buscará al mismo tiempo garantizar el crecimiento de la economía y la prosperidad. No obstante, según ha apuntado el miembro de la Junta Directiva de la compañía, Tim Holt, América Latina está "bendecida" con abundantes recursos energéticos, por lo que se va a convertir en una potencia ecológica.
Al igual que en otras regiones, la expansión de las energías renovables se percibe como el área más madura en América Latina. Por el contrario, la energía solar fotovoltaica y la captura y almacenamiento de carbono son las que muestran menos avances.
Esto puede deberse a los abundantes recursos de energía renovable de la región (principalmente hidroeléctrica, y cada vez más eólica y solar), con un posible impacto en la adopción de las tecnologías destinadas a reducir las emisiones del carbón, que tienen una aplicabilidad limitada en América Latina, ya que el carbón representa sólo el 6% de la generación eléctrica de la región (a cifras de 2020).
A nivel global, el documento de Siemens Energy apela a una acción "urgente" y coordinada" para lograr que todas las regiones, incluso las más rezagadas como América Latina, avancen en el camino de las cero emisiones netas, siendo la coordinación internacional y el comercio dos pilares básicos para mejorar en la senda de la transición energética.