El banco alemán ha cerrado plano en 10,55 euros
Los bancos se han convertido en el principal lastre de los índices de renta variable europeos. Cuando no son las dudas con la banca italiana, o una ampliación de capital sorpresa como la de Popular en mayo, es Deutsche Bank. El gigante alemán ha hecho saltar las alarmas por enésima vez, moviendo nuevamente el foco hacia la maltrecha salud del sector financiero.
Las autoridades estadounidenses pusieron encima de la mesa un nuevo desafío para Deutsche Bank, un problema astronómico. El Departamento de Justicia inició hace 10 días un proceso de sanción de hasta 14.000 millones de dólares por la responsabilidad del banco alemán en la crisis subprime de 2008. Unos 12.500 millones de euros que suponen más de tres cuartas partes de su valor en bolsa.
Vemos un efecto contagio por Deutsche Bank, y la sensación de que hay mucho más debajo de la alfombra
El banco alemán reconoció que han iniciado negociaciones, aunque aseguró que no está dispuesto a acordar el pago de una sanción cercana a estas cifras. Los analistas dan por hecho que se rebajará, pero esto no ha impedido un nuevo castigo en bolsa que se agudizó este lunes, después de que la revista germana Focus citando a fuentes del Gobierno publicara que la canciller Angela Merkel no tiene intención alguna en ayudar a la entidad en este proceso.
El problema es que Deutsche Bank es un banco sistémico. Es decir, una entidad con tentáculos suficientes como para afectar al conjunto del sistema financiero en caso de tener problemas. O como se dijo al comienzo de la crisis, un banco 'too big to fail' -demasiado grande para caer-. Ese temor permanece hoy. Y el mensaje del Ejecutivo de Merkel incrementa ese miedo.
Así, Deutsche Bank se deja ya un 22% en las ocho últimas sesiones, y cae un 55% en 2016, después de que este martes esté volviendo a caer con fuerza tras un inicio de la sesión en el que ha intentado rebotar. Sus títulos abrieron al alza, se dieron la vuelta y llegaron a caer un 3%, aunque finalmente han cerrado planos en 10,55 euros.
La entidad no está sola, sino que ha arrastrado al resto de bancos europeos, que necesitan poco este año para que los inversores se lancen a vender. El Euro Stoxx Banks, índice sectorial de referencia en el Viejo Continente, cae un 29%, mientras que el índice que aglutina a los grandes bancos españoles, Ibex 35 Bancos, pierde un 22%. Este martes, de hecho, su sombra vuelve a proyectarse sobre el sector. Otro banco alemán, Commerzbank, ha bajado un 2,18%, hasta los 5,914 euros.
"Vemos un efecto contagio por Deutsche Bank, y la sensación de que hay mucho más debajo de la alfombra. Ya ha marcado mínimos históricos y veremos nuevos mínimos", anticipa Ramón Morell, analista de ETX Capital.
DEUTSCHE BANK 'SÓLO' ES UN PROBLEMA MÁS...
El escenario actual de tipos bajos seguirá ejerciendo presión sobre sus cuentas, y el sector deberá esforzarse para encontrar rentabilidad por otras vías
Deutsche Bank, por lo tanto, se confirma como la mayor preocupación para el valor de los bancos en bolsa. Eso sí, no es la única. La solvencia de la banca italiana todavía está cuestionada, sin que se confirme una solución para Monte Paschi di Siena, el tercer mayor banco de Italia por activos.
De fondo la situación sigue siendo la misma que hace meses, pero agravada. Los tipos bajos que provoca la política monetaria ultraexpansiva del Banco Central Europeo (BCE) ahoga las rentabilidades del negocio. El propio presidente de la institución, Mario Draghi, alentó la semana pasada una nueva oleada de concentración en el sector para impulsar la rentabilidad.
“Algunos de los problemas que aquejan a la banca siguen sin solucionarse, aunque su situación es mejor que la de hace algunos años. Pero el escenario actual de tipos bajos seguirá ejerciendo presión sobre sus cuentas, y el sector deberá esforzarse para encontrar rentabilidad por otras vías”, señala Victoria Torre, responsable de Análisis de Self Bank. “La regulación financiera, cada vez más estricta, es otro elemento de incertidumbre. La nueva regulación les exige un mayor control de sus ratios de capital, lo que les impide llevar a cabo prácticas más arriesgadas que antaño les reportaron jugosos beneficios”, agrega Torre.
Por si esto no fuera suficiente, los ejecutivos del sector financiero se enfrentan a la necesidad de acelerar los procesos de digitalización. “Además de por la política monetaria y por la regulación, los bancos están afectados negativamente por la competencia desde otros sectores, como las fintech”, señala Daniel Pingarrón, analista de IG Markets.
¿HAN TOCADO FONDO LOS BANCOS?
El problema para la cotización en bolsa de los bancos no es sólo el difícil escenario por el que atraviesan, sino que éste podría empeorar y lo peor estaría por llegar. “La incertidumbre que recae en este sector sigue siendo muy alta. Tras varios años sufriendo una penalización bastante importante no podemos afirmar a día de hoy que todas estas dudas se hayan disipado”, señala Daniel García, analista de XTB. De hecho, prosigue el experto, “cada vez son más las noticias desfavorables para el sector. Esto, unido con la nueva regulación Basilea III, invaden el colectivo en un conjunto de valores penalizados y castigados con grandes argumentos”.
En la bolsa española, no hay valor bancario que se libre del castigo. Los dos gigantes, Santander y BBVA, se dejan en 2016 un 15% y un 20% respectivamente. Entre el resto, las pérdidas van desde el 31% de retroceso de Sabadell hasta el 59% que cae Popular. Sólo se salva de estos desplomes generalizados en el sector Bankinter, que cede un 4%. Descensos que se producen a pesar de que “los trest de estrés han demostrado que la banca española está suficientemente capitalizada”, matiza Victoria Torre. El problema, continúa, son “sus malas perspectivas de beneficio, no las dudas sobre su solvencia. A día de hoy la banca cotiza a unos ratios de PER estimado muy bajos, lo que hace presagiar que a corto y medio plazo el mercado espera un descenso generalizado de los beneficios”. Es decir, la caída de las ganancias generadas este año podría no haber terminado. Entre enero y junio, los bancos españoles generaron un beneficio consolidado de 5.874 millones de euros, un 27,2% menos que el año anterior, según las estadísticas recopiladas por la Asociación Española de Banca (AEB).
“El único atractivo del sector es que ha caído mucho, y puede estar barato en ciertas valoraciones por fundamentales, como el valor en libros. Pero es evidente que no son valores con un futuro demasiado prometedor a nivel de negocio”, opina Pingarrón.
LOS BAJISTAS VUELVEN
El que menos riesgo tiene es Bankinter, que a su vez es el que cotiza más caro. Creo que hay muchas acciones con mejor relación riesgo/beneficios
Los bancos, junto con las empresas más expuestas a Reino Unido, fueron los valores más castigados por el resultado del referéndum en Reino Unido del pasado 23 de junio. El Ibex 35 Bancos cae un 8% desde ese momento. Sin embargo, después de recoger beneficios con el desplome inicial, los bajistas se replegaron, y no han vuelto a aumentar sus apuestas en BBVA (0,2% del capital), Bankia (0,6%) ni en Bankinter (0,81%), pero sí en el resto. Ha habido un repunte de la presión bajista en Popular (4,48%), Sabadell (2,67%), Santander (0,21%) y CaixaBank (1,12%).
En línea con los fondos de inversión y hedge fund habituales de las posiciones cortas en la bolsa española, los analistas tampoco tienen expectativas de que las acciones de los bancos tengan capacidad de una recuperación sostenida en bolsa. “Yo no apostaría por ninguno. El que menos riesgo tiene es Bankinter, que a su vez es el que cotiza más caro. Creo que hay muchas acciones con mejor relación riesgo/beneficios”, expone Pingarrón, que no espera una mejoría mientras no se normalice la política monetaria.
García coincide en el diagnóstico, al apuntar que el sector necesita una estabilidad en la curva de tipos, y menciona también a Bankinter, en este caso como “un valor realmente interesante que ha campeado muy bien el temporal”.
Por su parte, Torre señala como único posible interés para la banca española “la diversificación internacional de BBVA y Santander, que está ayudando a amortiguar el efecto negativo de los bajos tipos de interés en Europa”. En este sentido, recuerda que “en otras regiones los tipos de interés no están tan bajos, por lo que los márgenes de intermediación de los bancos no se están reduciendo de manera tan drástica”.