De ser rechazado por Goldman Sachs a convertirse en su CEO y hacerse millonario
Lloyd Blankfein fue rechazado en los años 80 por la compañía que ahora lidera
- Consiguió un empleo en una compañía de trading que fue adquirida por Goldman Sachs
- Tras cinco años como abogado, decidió pasarse al mundo de las finanzas
Planear cómo será nuestra vida no funciona. Que se lo digan al CEO de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, que fue rechazado por la entidad de la que ahora es directivo.
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Blankfein, entonces un chico de Brooklyn, se presentó a una entrevista en Goldman Sachs en 1980, pocos años después de graduarse en Harvard. La compañía le rechazó y años después ha terminado siendo su máximo responsable, según publica The Street.
A través de esta historia, Blankfein ha querido transmitir un mensaje a los becarios de Goldman: la vida está llena de caprichos aleatorios. Quizá el sector en el que intentan entrar sufrirá una transformación radical o a lo mejor descubren que no les gustan sus trabajos.
"Estoy seguro de que todos vosotros tenéis planeadas vuestras vidas. Y la única cosa que puedo garantizar absolutamente es que no funcionará así"
“Estoy seguro de que todos vosotros tenéis planeadas vuestras vidas”, ha dicho en una presentación a los becarios del verano de 2015. “Y la única cosa que puedo garantizar absolutamente es que no funcionará así”.
A su juicio, los profesionales más exitosos serán “los más flexibles, los que más puedan absorber, los que estén más abiertos a aprender, los que sean entrenables, los que no sean demasiado orgullosos para sumergirse en cosas nuevas”. “Cualquier plan que estés haciendo está basado en un mundo estático que no estará ahí porque las cosas cambian”.
¿CÓMO LLEGÓ BLANKFEIN A GOLDMAN SACHS?
Blankfein se graduó en Derecho en Harvard en los años 70 sin una visión clara de cómo sería su futuro. “No salí con una sensación clara de qué quería hacer. Salí con una sensación clara de que tenía un montón de préstamos de estudios y hay que pagarlos”, cuenta a los becarios.
Tras trabajar en el mundo de la abogacía durante cinco años, Blankfein decidió cambiar a la banca de inversión. Consiguió un empleo en J. Aron, una firma de trading de materias primas que, en un giro del destino, fue adquirida por Goldman Sachs, garantizándole una entrada directa en la compañía que anteriormente había rechazado su solicitud.
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