Sus acciones subían más de un 63% ante la inminencia de un posible acuerdo
'Día D' para Abengoa. Por segunda vez en cinco años, la compañía tiene que decidir, en el último minuto, si llega a un acuerdo con sus acreedores y se salva o si, por el contrario, da un paso atrás, baja los brazo y cae en el concurso. Una decisión que se tomará este martes, en un consejo de administración clave, en el que tampoco se descarta que prolongue las negociaciones, al menos, hasta final de mes. La volatilidad ante esta cita era tal (estaba disparada más de un 63%) que la CNMV ha decidido suspender "cautelarmente" su cotización "con efectos inmediatos".
La compañía se marcó ella misma la fecha tope del 14 de julio, como día para decidir si es o no viable. Y lo tiene que hacer en unas negociaciones a varias bandas, porque no sólo negocia con los bancos, también con los acreedores comerciales y con ICO y Cesce, dos entidades estatales que pueden jugar un papel clave en el futuro de la compañía sevillana. Eso sí, siempre que haya acuerdo.
La pata esencial es el pacto con los bancos, a los que ha llegado a plantear quitas cercanas al 90%. Unas negociaciones en los que están grandes de la banca española, como BBVA, Caixabank, Santander, Bankia y Bankinter. Al cierre de 2019, según datos de la propia compañía (aunque sin auditar), el pasivo financiero bruto de Abengoa alcanzaba los 5.948 millones de euros. De ellos, 4.000 millones con vencimiento a corto plazo.
No es el único paso. Además, tiene que abrir una vía de futuro con sus acreedores comerciales, a los que debe más de 1.200 millones, según datos al cierre del ejercicio 2019. A estos les ha propuesto quedarse con parte de lo que la compañía pueda ingresar con los arbitrajes internacionales que tiene pendientes de resolución. El más relevante es el que mantiene en la Corte de Estocolmo contra España, por el ‘hachazo’ a la retribución de las renovables de 2012 y que valora en 1.000 millones de euros.
Y queda el peso del Estado y la relevancia que dé a que caiga o no una empresa como Abengoa. La compañía ya ha pedido la participación de la Administración en su rescate. Lo ha hecho por dos vías. Por un lado, mediante una nueva línea de liquidez de 250 millones de euros a cinco años, a través del ICO. Por otro, con líneas de avales ‘revolving’ por 300 millones que gestionaría a través de Cesce.
Los inversores son muy optimistas ante la opción de un acuerdo, lo que ha provocado intensas subidas en Abengoa en los últimos días. Este martes, antes de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) haya decidido suspender su cotización "por concurrir circunstancias que pudieran perturbar el normal desarrollo de las operaciones" sobre el valor, sus títulos de clase 'B' subían un 63,16% y los de clase 'A' un 56,31%.