El CEO de Galp dimite por motivos familiares: "Alimenta las expectativas de fusión"
Los expertos creen que la petrolera es "una opción atractiva para empresas más grandes"
El consejero delegado y vicepresidente del Consejo de Administración de Galp, Filipe Silva, ha presentado su dimisión con efectos inmediatos "por motivos familiares". Así lo ha comunicado la petrolera lusa en un escueto comunicado en el que avanza que anunciará la nueva dirección ejecutiva "en los próximos días".
"Quiero destacar la contribución que Filipe ha hecho a la compañía en los últimos 12 años, un periodo en el que su dedicación fue importante para el crecimiento de Galp. El Comité Ejecutivo de Galp sigue en manos de un equipo altamente cualificado, que garantizará la ejecución e implementación de la estrategia de la compañía", ha expresado Paula Amorim, presidenta del Consejo de Administración de la empresa.
Con todo, la salida de Silva se produce después de que 'Bloomberg' diera a conocer que la Comisión de Ética y Conducta de la petrolera estaba investigando, por conflictos de interés, una denuncia anónima sobre una supuesta relación personal entre él y una directora de la compañía.
Ante la renuncia del CEO, los analistas se preguntan si se trata de la "nueva norma" en Galp después de que la empresa haya tenido varios consejeros delegados en los últimos años.
"Desde que la presidenta Paula Amorim se unió al consejo en 2012 (presidenta desde 2016), Filipe fue el cuarto director ejecutivo de Galp, siendo los directores ejecutivos anteriores Andy Brown (febrero de 2021diciembre de 2022), Carlos Gomes da Silva (20152021) y Manuel Ferreira de Oliviera (20062015). Si nos fijamos en este historial, se trata de un marcado contraste con los pares del sector de Galp, donde los directores ejecutivos suelen estar en el cargo durante 7 a 10 años", indican en RBC Capital Markets.
Asimismo, estos estrategas añaden que el legado de Silva ha sido "ordenar" las prioridades de Galp en la transición energética, simplificando la estrategia de bajas emisiones de carbono y, al mismo tiempo, racionalizando la cartera upstream mediante las ventas de activos en Angola y Mozambique.
"Para nosotros, todo esto, más el importante crecimiento del volumen a corto plazo a través del proyecto Bacalhau en Brasil, podría hacer que Galp sea una opción atractiva para una importante empresa más grande, dado el enfoque en la longevidad de los recursos y el éxito limitado de la exploración en otras partes de la industria en los últimos años. En nuestra opinión, es probable que la sorpresiva salida del CEO solo alimente las expectativas de fusiones y adquisiciones... seguimos viendo a Chevron como el comprador más lógico de Galp", concluyen.
