Ha dimitido por discrepancias respecto a la estrategia de la OTA
La compañía de viajes Expedia ha sufrido una auténtica estampida en las últimas horas. Los que hasta el momento eran su CEO y su CFO, Mark Okestrom y Alan Pickerill, han presentado su dimisión con efecto inmediato por las discrepancias entre el equipo ejecutivo y la Junta Directiva respecto a la estrategia de la OTA.
El mercado ha elogiado la decisión de ambos directivos y la compañía ha cerrado este miércoles con una subida en el parqué del 6,21%, una situación hasta ahora excepcional.
El abandono se ha producido en una época delicada, la entidad no está atravesando su mejor momento. A principios de noviembre presentó sus cuentas trimestrales y no fueron tan positivas como estaba previsto, tanto que se dejó en el parqué cerca de un 30%.
Se trató de su segunda peor caída desde que cotiza en bolsa. Hay que remontarse hasta julio de 2005 para encontrar una descalabro mayor. Entonces fue superior al 80%.
Okestrom fue elegido CEO de Expedia a finalies de julio de 2017. Entonces las acciones cotizaban a 156,7 dólares, ahora apenas rozan los 106. Esto supone que en los apenas dos años y medio que ha estado al frente de la empresa, los títulos se han depreciado cerca de un 30%.
Una evolución parecida han experimentado las recomendaciones de compra de los analistas que la siguen en FactSet. Actualmente ninguno de los expertos aconseja tomar posiciones en ella, frente al 94% (29 expertos) que advierten que es el mejor momento para vender y los dos restantes que recomiendan mantener los títulos.
Cuando Okestrom se hizo cargo de la empresa, un 35% de los analistas recomendaban comprar acciones, frente al 41% que aconsejaban mantener y el 24% que avisaban que había que vender los títulos.
Aunque si las estimaciones no fallan, las acciones tienen por delante un recorrido alcista superior al 20%. El consenso de analistas fija el precio objetivo en 19,59 dólares cuando actualmente cotizan entorno a los 106,26.