Las cifras se sitúan en línea con los 8.000 despidos anticipados por Bolsamanía
CaixaBank ha propuesto a los sindicatos un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para 8.291 empleados y el cierre de 1.534 oficinas en toda España, dentro del proceso de integración con Bankia. Se trata del mayor ERE de la historia de la banca española y se concentrará en Madrid, Valencia y Barcelona, según ha podido saber Bolsamanía.
Unas cifras que se sitúan en línea con lo publicado por Bolsamanía en las últimas semanas, y que anticipaban un ERE para unos 8.000 empleados de la entidad combinada. El cierre de 1.534 oficinas supone el 27% del total de su red en el mercado español, mientras la salida de 8.291 trabajadores supone el 18% de la plantilla.
Según fuentes cercanas al proceso, la entidad ha propuesto un ERE para 1.611 en Servicios Centrales, la supresión de 250 puestos en Direcciones Territoriales y de hasta 5.742 puestos en la plantilla de la Red Comercial, además de 630 puestos en Filiales.
El banco ha justificado la necesidad del ERE por la caída de los ingresos, la lenta recuperación del crédito y los tipos de interés bajos del Banco Central Europeo (BCE).
Además, se ha mencionado el elevado ratio de eficiencia (la relación de ingresos y gastos, que es peor cuanto más alto), y el proceso de digitalización que afronta el sector, y que supone un menor uso de las oficinas.
Según ha publicado Bolsamanía, CaixaBank ha calculado un coste de 2.400 millones de euros para realizar el ERE, que posiblemente se negociará a la baja hasta unos 8.000 empleados, por lo que el coste medio por empleado será de unos 300.000 euros.
A cambio de incurrir en estos costes de reestructuración, Barclays espera que la nueva CaixaBank obtenga sinergias de costes de 70 millones en 2021, que se ampliarán progresivamente hasta 700 millones en 2022 y hasta 770 millones en 2023.
Por tanto, el banco ahorraría más de 1.500 millones de euros hasta final de 2023, cantidad que puede ser mayor, según estos analistas, si el banco obtiene sinergias similares a las conseguidas por Bankia con el ERE de Banco Mare Nostrum o por Santander con Popular.
Por su parte, los sindicatos bancarios ya han advertido sobre la importancia de que el ERE contemple indemnizaciones atractivas, salidas no traumáticas, prejubilaciones, voluntariedad total y alargamiento de los plazos.
Sin embargo, el banco ha descartado las prejubilaciones y tratará de que las salidas se produzcan con arreglo a la máxima voluntariedad y la meritocracia. A pesar de que se preveía que gran parte de las salidas fueran asumidas por los mayores, la entidad pretende que el ajuste sea equilibrado y afecte en un 50% a mayores de 50 años y la otra mitad a menores de este límite de edad.
Además, CaixaBank se ha comprometido a poner en marcha un plan de recolocación para que la gente que abandone la entidad encuentre un nuevo empleo en el periodo más corto posible. María Jesús Montero, ministra de Hacienda desde junio de 2018 y portavoz del Gobierno, ha lamentado el ERE, pero ha señalado que sin la fusión de ambas entidades, la cifra de despidos hubiera sido aún mayor.
Respecto a las oficinas, los criterios de cierre se basarán en el tamaño del municipio y competencia bancaria en la plaza; la distancia entre oficinas de ambas entidades; la cuota de presencia y solapamiemtos; evitar la exclusión financiera y potenciar oficinas de mayor tamaño y especialización.