"No hemos hecho provisión alguna porque no debemos tener perjuicio económico por este tema", dice Gortázar
CaixaBank espera no tener que realizar provisiones por la sentencia del Tribunal Supremo en relación con el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados (AJD), pues considera que ha cumplido una norma que se ha aplicado durante 23 años. "No hemos hecho provisión alguna porque no debemos tener un perjuicio económico por este tema", ha manifestado Gonzalo Gortázar, consejero delegado de la entidad, durante la presentación de los resultados del tercer trimestre. En todo caso, el primer ejecutivo de CaixaBank ha advertido que no tiene "una bola de cristal", por lo que no sabe qué podrá decidir el pleno de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo el próximo 5 de noviembre.
"Estamos hablando de una sentencia que dictamina que un reglamento o norma en vigor durante 23 años no es válido", ha explicado Gortázar, para quien "por haber cumplido una norma es difícil entender que haya una penalización"."No tiene sentido penalizar a las entidades por haber cumplido una norma", ha señalado, añadiendo que los bancos no han ingresado el dinero del impuesto, sino que lo han recaudado las administraciones tributarias.
El director ejecutivo de Intervención, Control de Gestión y Capital del banco, Matthias Bulach, por su parte, ha explicado que, a pesar de que la sentencia se ha producido en octubre, con el tercer trimestre cerrado, si la entidad hubiera previsto que tendría un impacto significativo habría tenido que realizar una provisión.
El consejo de administración, que formuló las cuentas este jueves, analizó la situación con los auditores y decidió que, debido a la "situación de gran incertidumbre" que reina en estos momentos, "no hacía falta una provisión". Bulach ha explicado que, si no hay una "salida de fondos probable" no se requiere una provisión contable.
Gortázar ha evitado hacer conjeturas sobre qué decidirá el Supremo o sobre si los bancos pleitearán en el caso de que el alto tribunal ratifique su decisión y las haciendas autonómicas les reclamen el impuesto que no han abonado. El ejecutivo se ha limitado a señalar que la entidad adaptará su práctica en el mercado hipotecario a la decisión que tome el Supremo. "Vamos a esperar al 5 de noviembre", ha añadido.
En cuanto al día a día del banco tras la sentencia, Gortázar ha explicado que existe "normalidad" en la concesión de estos préstamos y que "el régimen no ha cambiado" para los clientes que firmen hipotecas desde el pasado jueves y hasta el próximo 5 de noviembre. Es decir, que el banco no está asumiendo el impuesto, sino que espera a la decisión final para establecer unas mismas condiciones a todos los clientes. "Para los clientes que firmen ahora de una manera diferente que el día 5 cambiaremos el régimen para que estén alineados con el régimen final".
Por otra parte, preguntado por la amenaza lanzada por el Gobierno en relación con posibles sanciones a los bancos que dilaten los procesos judiciales para evitar o retrasar el pago a los clientes afectados por cláusulas suelo abusivas, Gortázar ha apuntado que por parte de la banca "no existe ninguna mala fe ni ganas de dilatar procesos judiciales, sino solo de defender que quien no ha hecho algo mal no debe ser penalizado por ello".
CRÉDITO AL CONSUMO RAZONABLE
La entidad aumentó un 9% el crédito hipotecario en los nueve primeros meses del ejercicio en comparación con un año antes, hasta alcanzar una nueva producción de 4.777 millones de euros. Del total de la producción, el 60% corresponde a hipotecas a tipo fijo.
También incrementó CaixaBank el crédito al consumo en este periodo. Concretamente, lo hizo un 15% en relación con el acumulado de los nueve primeros meses de 2017, hasta 6.538 millones de euros. Este ritmo de crecimiento a Gortázar le parece "razonable".
"No estamos en una situación en que el peso del crédito al consumo sea exagerado", ha indicado el primer ejecutivo de CaixaBank, que ha explicado que el crédito al consumo en España se encuentra un 20% por debajo de sus máximos, al tiempo que la nueva producción es un 39% menor a la que se registraba en 2007. El directivo no considera preocupantes estas cifras, lo que contrasta con la opinión del Banco de España, que ha lanzado varias advertencias en relación con el fuerte avance del crédito al consumo.