La Comisión Europea investiga dos acuerdos fiscales entre el Gobierno holandés y la compañía sueca sellados en 2006 y 2011
Bruselas pone en su punto de mira a Ikea. La Comisión Europea ha abierto este lunes una investigación en profundidad sobre el trato fiscal que recibe el gigante de muebles sueco en Holanda, ante las sospechas de que durante años la empresa ha contado con un trato de favor que le ha permitido pagar menos impuestos y contar por ello con una ventaja indebida sobre otros competidores.
Bruselas investiga dos acuerdos fiscales entre el Gobierno holandés y la compañía sueca sellados en 2006 y 2011
"Todas las empresas, grandes o pequeñas, sean multinacionales o no, deben pagar su justa parte de impuestos. Los Estados miembros no pueden dejar que ciertas compañías paguen menos impuestos permitiendo que transfieran de manera artificial sus beneficios a otro lugar", ha declarado la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, al anunciar el expediente. En concreto, Bruselas investiga dos acuerdos fiscales entre el Gobierno holandés y la compañía sueca sellados en 2006 y 2011, que habrían permitido a Ikea reducir considerablemente los beneficios sujetos a tributación en Países Bajos.
La Comisión solicitó por primera vez información en abril de 2016 sobre las resoluciones fiscales otorgadas por los Países Bajos al grupo de muebles tras las denuncias de prensa sobre un potencial tratamiento fiscal ventajoso y el informe publicado por el grupo de Los Verdes del Parlamento Europeo.
Dicho organismo aún no ha revelado las cifras concretas sobre la cuantía de la ayuda, aunque un informe realizado por el grupo Los Verdes del Parlamento, aseguraba que la filial holandesa cuantificó unos 1.000 millones de euros entre 2009 y 2014. La Comisión sospecha que dos pactos fiscales con Holanda han permitido a Inter IKEA pagar menos impuestos y le han dado una ventaja injusta sobre otras compañías, en vulneración de las normas de Ayuda de Estado de la UE", afirma el Ejecutivo en un comunicado.
CAMBIO DE MODELO DE NEGOCIO
Según indican los servicios de la Comisión Europea en los años 80, Ikea cambió el modelo de negocio en una de sus franquicias y que es precisamente Inter Ikea es quien maneja la parte de las franquicias, aunque no tiene la propiedad de las tiendas. De esta manera, todas tienen que pagar un canon de un 3% a Inter Ikea Systems, que a su vez es una subsidaria del grupo Inter Ikea en el país neerlandés.
En este contexto, Inter Ikea Systems registra todos los ingresos del canon por todas las tiendas mundiales. Y en este punto es donde la Comisión Europea cree que se podría estar infringiendo la norma ya que, según indica el texto emitido "preocupa el trato fiscal en Holanda desde 2006", pues las investigaciones preliminares "indican que dos tax rulings, aprobados por Holanda en 2006 y 2011, han reducido significativamente los beneficios imponibles".
El primero de los dos casos en los que la CE se produjo en 2006. Desde ese año hasta el 2011, la compañía con sede en los Países Bajos declaró una parte de sus beneficios a partir de una empresa subsidaria del grupo Inter, Inter Ikea Systems, con sede en Luxemburgo en la que permanecieron libres de impuesto. Ese mismo año, la Comisión concluyó con que ese régimen era ilegal teniendo en cuenta las normas que rigen la UE. Por eso, la CE investiga de que manera se pudo beneficiar Ikea en este entramado.