Los analistas son más positivos y ven un descuento "excesivo" en el valor actual de su acción
Meliá empieza la semana como acabó la anterior: con las dudas sobre el rumbo del turismo hundiendo su cotización. Que el gigante Thomas Cook mostrara abiertamente su preocupación por España como destino -y por Canarias, en particular- no sentó bien a la hotelera española, pero este lunes se ha llevado otra estocada a dos semanas de presentar sus resultados de 2018: la primera insinuación de que es mejor desprenderse de sus acciones.
Bank of America se ha desmarcado de la visión optimista que reina entre los analistas -que ven un potencial de revalorización de alrededor del 30%-, y ha retomado su cobertura con recomendación ‘infraponderar’. ¿La razón? La incertidumbre que pesa sobre varias patas de su operación: desde la recuperación de destinos que rivalizan con España en el Mediterráneo hasta el desempeño en la región del Caribe, muy afectada durante el pasado ejercicio.
El informe de Bank of America le ha costado a Meliá casi un 5,75% en la sesión de este lunes, dejando sus títulos en 8,2 euros. Desde finales de septiembre, las acciones de la hotelera han perdido un 14% de su valor. Para los expertos, la caída que está experimentando Meliá es “excesiva”. “Es un valor que cotiza con mucho descuento, castigado por los frenos que experimentó el sector turístico el año pasado”, comenta a este medio Iván San Félix, analista de Renta 4. “La caída es exagerada, descuenta un escenario excesivamente malo. Nuestra visión sigue siendo positiva”.
Renta 4 fija un precio objetivo de 11,20 euros para Meliá, un 26% por encima de su cotización actual. El precio medio objetivo del consenso del mercado en 11,76 euros, y más de dos tercios de los analistas recomiendan ‘comprar’, según los datos de FactSet. El mercado espera que Meliá cierre 2018 con un beneficio neto de 128 millones, en línea con el año anterior, e ingresos de 1.833 millones (un 2,3% menos).
BREXIT Y PRESIÓN EN EL MEDITERRÁNEO
Ese escenario “excesivamente malo” al que se refieren los expertos abarca la incertidumbre que genera el desenlace del Brexit y la recuperación del turismo en otros destinos del Mediterráneo que compiten en precio con España.
En el caso del Brexit, como advertía el propio vicepresidente y CEO de Meliá, España no se puede permitir perder los 18 millones de turistas británicos que nos visitan cada año. La clave de un ‘divorcio’ con acuerdo entre Reino Unido y la Unión Europea está en evitar que la depreciación de la libra desvíe el turismo británico hacia otros destinos al encarecer España.
La recuperación de otros destinos del Mediterráneo pone presión sobre Canarias. Los analistas ya descuentan en sus valoraciones que las hoteleras con fuerte músculo vacacional como Meliá tendrán que bajar precios para adaptarse a la situación, pero a su favor puede jugar el hecho de que el turismo nacional apueste por estos destinos, considera San Félix. Además, destaca el analista, Meliá está logrando sólidos resultados en Europa y en los destinos urbanos en España, salvo en Cataluña, como reconocía Escarrer recientemente.
En la presentación de los resultados a septiembre, Meliá preparaba al mercado ante sus “diversos retos”. La recuperación de Turquía, Egipto y Túnez -que siguen sumando capacidad y visitantes-, presiona los precios para los touroperadores y acaba afectando a sus resorts en España. En concreto, la hotelera ya avisaba en noviembre de “un retroceso en nuestros resorts de Canarias por la competencia de Egipto”. Aunque para contener ese golpe, Meliá está potenciando su venta directa, sobre todo en aquellos destinos con conexión aérea de bajo coste. “La situación en Canarias es conocida y además el impacto en cotización parece algo exagerado teniendo en cuenta que este destino supone alrededor de un 8% del Ebitda del grupo”, consideran los analistas de Banco Sabadell.
RECUPERACIÓN EN CUBA
Los huracanes que azotaron el Caribe en 2017 han hecho que Meliá viva un ejercicio 2018 complicado en Cuba. Hasta septiembre, los últimos datos reportados, los ingresos de los hoteles que tiene en la isla caribeña reportaron ingresos por 10,4 millones, un 40,7% menos comparado con los primeros nueve meses de 2017. El daño causado por los huracanes hizo que la hotelera tuviera que cerrar la mitad de la treintena de hoteles que tiene en gestión en Cuba, pero para septiembre ya había señales de recuperación y la perspectiva es que en 2019 “vuelvan a hacer una contribución positiva”, señala San Felix.
La operación en Cuba se ha visto también muy afectada por las restricciones impuestas por Estados Unidos a los viajes internacionales de ciudadanos estadounidenses y el retroceso de las llegadas de otros turistas internacionales, como los británicos y alemanes, base fuerte del turismo en la isla, aunque desde la hotelera confía en que los síntomas de recuperación se traduzcan en la recuperación del destino. Además, también ha afectado la caída de plazas aéreas hacia la isla, particularmente desde Estados Unidos, Canadá y Europa hacia Varadero y La Habana. El contexto hizo que la rentabilidad por habitación (RevPar) en Cuba cayera hasta septiembre casi un 26%, hasta los 47,4 euros, con una ocupación del 58,1% (6,3 puntos menos que el año anterior).