El reglamento con las medidas de contingencia entraría en vigor tras el 'Brexit duro'
La Unión Europea está dispuesta a dar una prórroga de seis meses a las aerolíneas en manos de capital británico como IAG para que reorganicen su capital y sigan operando en los cielos europeos después del Brexit. El acuerdo, un plazo intermedio entre los doce meses que pedía el Parlamento Europeo y los siete meses por los que abogaba el Consejo, debe ser confirmado por ambas instituciones y para aprovechar esta excepción, las compañías aéreas tienen dos semanas desde que entre en vigor el reglamento para explicar cómo harán ese ajuste.
Las normas comunitarias establecen que la propiedad y el control de una compañía aérea esté mayoritariamente en manos de europeos, es decir, al menos la mitad del capital. Tras el Brexit, los accionistas británicos dejarán de contar como europeos, situación que compromete los derechos de vuelo de tres de las aerolíneas de IAG: Iberia, Vueling y Aer Lingus.
"Se garantizará la conectividad aérea básica entre los aeropuertos de la UE y el Reino Unido, siempre que el Reino Unido dé el mismo trato a las aerolíneas de la UE en caso de Brexit sin acuerdo", afirma la comisaria europea de Transporte, Violeta Bulc. Esto significa que los pasajeros de la UE podrán viajar en avión en caso de ruptura sin acuerdo, pero no se aplica, matiza Bulc, al resto de las ventajas que ofrece el mercado único europeo.
Desde el holding no comentan los avances. Se limitan a reiterar que llegado el Brexit cumplirán con la normativa de propiedad y control tanto en la UE como en Reino Unido. Sin embargo, hace unos días activó el blindaje contra accionistas no europeos y dio el primer paso para poder forzar la venta de aquellas acciones que pongan en peligro su operación. Desde la compañía que dirige Willie Walsh subrayan que esta medida no se ha tomado de cara al Brexit, es más, deja fuera -por el momento- a los accionistas británicos.
El capital de IAG está muy fragmentado. Un 21,52% está en manos de su socio mayoritario, Qatar Airways, y otro 18% pertenece a fondos estadounidenses (Blackrock, Capital Research, EuroPacific). El porcentaje en manos británicas sería de alrededor de un 20%, incluido el casi 6% que acumulan entre los fondos Invesco y Lansdowne. Con su blindaje, ha limitado a un 47,5% el capital que puede estar en manos de accionistas no UE.
UN PLAN QUE CONVENZA A BRUSELAS
Para acogerse al tiempo extra que le ofrece la UE para reestructurar su capital, tendrá que aclarar qué pasará con los accionistas británicos que tras el Brexit le haría superar la barrera del 50% del capital. Desde Bruselas han marcado como condición para acogerse a esa prórroga hasta septiembre que las compañías presenten un plan "preciso y concreto" sobre las medidas que se adoptarán para cumplir con las normas europeas. El plazo para presentar ese plan serán dos semanas desde que se empiece a aplicar el reglamento que recoge las medidas de contingencia para asegurar las conexiones aéreas, es decir, el 29 de marzo si no hay acuerdo.
IAG ha presentado varios planes que defendían la españolidad de sus aerolíneas, pero ninguno ha convencido al Ejecutivo comunitario, forzando la entrada del Gobierno español en las negociaciones para defender la 'españolidad' de Iberia.
El acuerdo de prórroga que ofrece la UE será temporal y limitado, ha subrayado la comisaria de Transporte, y "no mitigará el impacto total de un escenario sin acuerdo, ni compensa de ninguna manera la falta de preparación ante la situación o los beneficios completos de la pertenencia a la UE o los términos favorables de un período transitorio como el que ofrecería una salida con acuerdo".