Los expertos de Berenberg creen que el sector tiene múltiples catalizadores de cara a 2022
2021 no fue un buen año para la biotecnología. Mientras que el S&P 500 subió un 28,7%, los valores asociados a este sector bajaron un 20,5%, un 42% si se compara con los máximos del pasado mes de febrero. Con ello, apostar por este tipo de acciones no parece recomendable, aunque los analistas de Berenberg no piensan lo mismo.
"Con valoraciones relativamente razonables, creemos que el sector ofrece un punto de entrada atractivo tanto para los inversores especializados como para los generalistas", comentan estos expertos, que creen que habrá sólidos fundamentos que, junto con las fuertes expectativas y la posibilidad de fusiones y adquisiciones, impulsarán su recuperación.
"Dado que las elevadas valoraciones son una preocupación para las inversiones en otros sectores, vemos la biotecnología como una oportunidad de cara a 2022", añaden.
Este será el año para los títulos relacionados con este sector, insiste Berenberg. La valoración que han realizado, tal y como incluyen en su último informe, concluye que estas empresas disponen de 135.000 millones de dólares en efectivo. "A medida que estas compañías de biotecnología avancen significativamente en sus proyectos y las farmacéuticas hayan digerido estos nuevos datos, creemos que en 2022 probablemente se produzcan muchas operaciones" corporativas.
A ello contribuye también que se hayan disipado las preocupaciones antimonopolio. "Aunque la retórica sobre los precios de los medicamentos seguirá siendo probablemente un problema para el sector, creemos que el entorno político parece favorecer al sector biofarmacéutico", destacan.
Asimismo, el hecho de que se haya pasado de la mesa de laboratorio a probar los medicamentos con los pacientes en cuanto a los descubrimientos en biotecnología es otro elemento que puede impulsar a estos valores. Si bien es cierto que estos analistas reconocen que los resultados llevan su tiempo, lo que se ha vivido con el avance en las investigaciones con las vacunas de ARNm, como las del coronavirus, o en la inmunoterapia en la lucha contra el cáncer demuestra el buen momento que se vive.
"Creemos que otra fuente de innovación puede venir de la terapia celular con la ayuda de la tecnología de edición de genes", añaden.
Un campo que tiene todavía por explotar el sector es el de la inteligencia artificial y 'machine learning' aplicado al desarrollo y descubrimiento de los fármacos. "Mientras que los inversores típicos en biotecnología hacen hincapié en la novedad de la ciencia y la solidez de los datos preclínicos/clínicos, los inversores en tecnología buscan plataformas validadas y potencial de mercado para las tecnologías disruptivas", opinan.
A nivel empresarial, desde Berenberg siguen recomendando la compra de acciones de BioNTech. "Consideramos que la oportunidad de la vacuna del Covid-19 es de larga duración. Además, creemos que la amplia cartera de productos de la empresa, que incluye fármacos de ARNm para el cáncer, tiene un potencial considerable", argumentan.
En cuanto a la pequeña capitalización, se decantan por Arcus y Kymera, ambas con recomendación de 'comprar'. "Estos nombres presentaron datos alentadores en 2021y tienen múltiples catalizadores en 2022", sostienen.
En cuanto a CureVac, también mantienen la nota de 'compra' porque creen que capturará beneficios con la vacuna contra el Covid-19.